El Madrid CFF, el cuarto equipo en en la élite del fútbol para Sara Tui

La Voz VIGO

TUI

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La tudense abandona el Granadilla tinerfeño después de cuatro temporadas

27 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Sara González (Tui, 1989) se ha convertido en uno de los referentes de la zona de Vigo en la máxima categoría del fútbol femenino. Su primera experiencia en el Girona y luego regresó a casa para vivir la temporada en la élite del desaparecido El Olivo y en las últimas cuatro temporadas defendió los colores del Granadilla Tenerife. Ahora, le llega el momento de cambiar y viajar al centro de la península para enrolarse en el Madrid CFF, una de la estructuras más fuertes a nivel de fútbol base femenino y que la próxima temporada repetirá en Primera.

«Estaba contenta allí y la verdad es que no tenía queja. Jugaba casi siempre, en estos cuatro años tuve muchos minutos pero a veces quieres asumir nuevos retos o hacer un cambio en tu vida. Yo no quería retirarme allí, sino tener nuevas experiencias. Quiero aprovechar mi vida futbolística para estar en otros sitios y surgió una buena oportunidad y decidí hacer el cambio», comenta Sara Tui, que admite que su punto de destino será el Madrid CFF, equipo que además le ofrece la posibilidad de entrenar a alguna de sus formaciones base, aunque esa decisión está por tomar: «Es una de las mejores canteras de femenino que hay en España. Ya se vio en Abegondo (en la Liga Promises) el equipo que tienen. Es una posibilidad pero tomaré la decisión cuando llegue allí», comenta la tudense, que en Tenerife ya entrenaba a un grupo de chicas en el fútbol playa. «Llevaba una escuelita -precisa-. Me gusta mucho estar en contacto con las niñas».

Aunque cambie de aires, para el Granadilla Sara Tui no tiene un solo reproche: «La experiencia fue buena, me acogieron bien desde que llegué, me trataron siempre muy bien, los entrenadores que tuve confiaron en mí y no tengo queja del trato y de la experiencia. Me llevo buenos recuerdos», comenta mientras apunta que espera seguir manteniendo el contacto.

A lo largo de estos cuatro años la centrocampista ha vivido en primera persona los cambios profundos del fútbol femenino, situando a la profesionalización como la bóveda de la transformación. «La profesionalización es la clave. Técnicamente eramos todas parecidas, pero hace unos años había países que estaban a años luz de nosotros, pero ahora los equipos entrenan por las mañanas y tienen estructuras profesionales. Antes tenías que compaginar deporte y trabajo y entrenar a las ocho de la tarde», comenta recordando en primera persona sus andanzas en los tiempos que capitaneaba El Olivo. «Trabaja de dependienta, salía a las 22 horas y viajaba toda la noche en coche para jugar el partido sin dormir al día siguiente. Lo hice varias veces y no se lo conté ni a mis padres», confiesa a modo de secreto.

Lo único que no cambio a lo largo de estos años es la postura del Celta, que cada vez se queda más solo en el fútbol profesional sin equipo femenino. Sara confiesa que es una pregunta recurrente y que la situación le produce tristeza. «Hasta el Madrid que parecía que no iba a sacar equipo femenino se va a sumar también y me transmite tristeza porque se van a quedar solos. Todo el mundo apuesta, se ve que el fútbol femenino está creciendo y no sé por qué no lo hacen», se pregunta en voz alta. Al margen del Celta, no descarta jugar algún día en la élite con un equipo de su tierra. Ahora estará a 500 kilómetros pero la morriña nunca se pierde. Aunque se esté cumpliendo el sueño de ser jugadora de fútbol profesional a tiempo completo.