La foto sigue siendo lo primero en Tui

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

TUI

XOAN CARLOS GIL

La explosión de Tui, que deja dos muertos y casi 700 afectados que urgen soluciones, provoca el enésimo enfrentamiento entre Administraciones y partidos políticos a cuenta de la tragedia

05 jun 2018 . Actualizado a las 12:46 h.

Han tenido que pasar 14 días desde la tragedia mortal de Tui para que los partidos políticos que encabezan el Concello, la Diputación y la Xunta se retraten públicamente. Puesto sobre la mesa el alcance de los daños, con dos fallecidos, 26 casas destruidas y casi 700 afectados, la clase gobernante, como ya pasó en octubre con los incendios que arrasaron buena parte del sur de la provincia, demuestra que ante una situación de emergencia y absoluta excepcionalidad, como la vivida a orillas del Miño, se mantiene más fiel a las estrategias de sus respectivos partidos que a ceder en ciertos posicionamientos por el bien general de los afectados.

El trajín de visitas de políticos de todos los colores a la zona afectada ya empezó a la mañana siguiente del bombazo. Los discursos se sucedían y las soluciones no llegaban. Al menos para los afectados, que las rechazaron de plano y lo siguen haciendo por las cargas tributarias que implica el cobro de las ayudas para rehabilitar viviendas. Además de tacharlas de insuficientes por ser inferiores al valor de las casas explosionadas. El primer cruce de golpes público y replicado en notas de prensa llegó el sábado. El alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín (Converxencia XXI), le buscó las cosquillas a la Diputación (PSOE) reclamando más dinero. El ente provincial replicó que pueden usar los tres millones ya asignados a este municipio en el marco de un plan anual.

La última pulla llegó ayer desde Santiago. El portavoz del Partido Popular en el Parlamento, Pedro Puy, recordó que «nunha situación extraordinaria como esta, todas as Administracións deben involucrarse». De la Xunta solo expuso bondades, mientras que a la Diputación le dedicó un pellizco de monja al reclamarle que abra la caja de caudales. Mientras En Marea, desde la oposición, también pedía paso para colar su mensaje y hacerse la foto con afectados (en eso coincidió con el resto de partidos) con un mensaje tardío sobre la necesidad de cambiar el formato de las ayudas que nada aporta a lo ya denunciado por las víctimas.

Tono poco reivindicativo

El posicionamiento del propio alcalde tampoco se explica con facilidad. Solo hubo que ver su falta de reivindicaciones -esa es una queja generalizada entre los vecinos- en cada visita a la zona cero del vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que también es el máximo responsable del PP en la provincia de Pontevedra, la misma organización que dio el bastón de mando a Padín en la moción de censura materializada en octubre del año pasado. Padín, a ojos de muchos vecinos y oposición, se muestra más leal que reivindicativo a la hora de exigir inmediatez en las respuestas. Basta recordar que ni la Xunta ni el Concello ni la Diputación entregaron la ayuda más inmediata a los afectados en las primeras 72 horas tras la explosión. Ni cama ni comida. Solo unas lonas de plástico para cubrir los tejados perforados. Fueron una vez más las donaciones de particulares y empresas las que cubrieron todas las necesidades.

Parece que el pulso verbal llega ahora al Parlamento, de la misma manera que llegaron las secuelas de los incendios del pasado octubre. Mientras, en Tui, decenas de familias siguen sin casa, realojados en alguna vivienda a la espera de poder recuperar sus vidas. Los afectados consultados aseguran que muchos no podrán pedir esas ayudas, y que unas 25 familias ni tenían aseguradas sus viviendas. Pero sí las pagaron. El sentir generalizado de los afectados pasa por exigir a los gobernantes que faciliten medidas adaptadas a la realidad de sus bolsillos.