Pino gana la Vuelta y en Tui se rebelan por falta de agua

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

TUI

El alcalde de Redondela fue absuelto de un delito de agresión a la policía nacional

04 jun 2017 . Actualizado a las 04:00 h.

Aunque ya había destacado en el Tour del año anterior, fue en 1986 cuando Álvaro Pino explotó como un gran ciclista al adjudicarse La Vuelta a España. En todo el país se recordó dónde quedaba Ponteareas. Y más cuando el trofeo correspondiente le fue entregado por el ministro de Transportes, su paisano Abel Caballero.

Pero sin duda fue el agua un elemento común en la vida del área metropolitana aquel año. Por ejemplo, en Baiona el abastecimiento fue declarado no apto para el consumo humano. En O Rosal y en A Guarda también hubo problemas, pero nada comparado a lo ocurrido en Tui. Tras varios días de escasez, un grupo de amas de casa se presentaron en el ayuntamiento y retuvieron a toda la corporación. Y como la cosa no se arregló, 150 mujeres expulsaron días más tarde a cuatro concejales del pleno.

También fue noticia en toda España la inauguración del primer cementerio privado del país. Ocurrió en Tameiga, en el Concello de Mos, que aquel año vivió el asesinato de su alcalde Olegario Rodríguez.

Por su parte, Xaime Rei, alcalde de Redondela, vivió la desagradable experiencia de ser denunciado por la policía nacional. Le acusaron, junto con otros dos concejales, de agredir a los policías que cargaron contra los trabajadores de la empresa Telanosa. Ya a finales de año, la justicia determinó que no eran culpables.

Pero para alcalde en dificultades hay que recordar al baionés Rodríguez Quintas. Aquel año fue condenado por la audiencia provincial a seis años de inhabilitación por suministrar objetos al Concello a través de su propia empresa. Claro que poco antes se supo que su municipio debía al parador 4 millones de pesetas en comidas y estancias.

El despacho de arquitectos Portolés, Fraga y García-Quijano redactaron el proyecto para el paseo marítimo de Panxón, en Nigrán. Novedades, quizá no tan importantes pero sí muy útiles para sus habitantes, fueron las vividas por los municipios de A Cañiza y Tomiño al ver incrementadas sus líneas telefónicas.

En las páginas de La Voz de Galicia se recogían las aspiraciones de los marineros de Aldán, en Cangas, respecto a la construcción de un muelle, algo que tuvo que esperar.

Desde Siro hasta Xaquín Marín, los mejores dibujantes de Galicia se reunieron en Salvaterra de Miño en un encuentro de humoristas que organizó la Sociedade Cultural e Deportiva do Condado. Desde aquella orilla cruzaban a diario mil personas en el transbordador cuando aún no se hablaba de tender un puente hacia Monçao.

Si no cómico, sí que fue curioso el incendio registrado en la casa consistorial de Santa María de Oia. Ardió la zona donde se acumulaban los expedientes de la contribución rústica, un impuesto muy protestado en todo el rural gallego.

César Mera presidía entonces la Mancomunidad del Paradanta, organismo que pretendía reducir los gastos unificando servicios para los municipios de Crecente, Arbo, Covelo y A Cañiza.