Activa integrante de la plataforma de O Baixo Miño, Encarnación Santos tenía 72 años
25 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Plataforma de Preferentistas do Baixo Miño recibió ayer un mazazo emocional. La noticia del fallecimiento de Encarnación Santos Rodríguez, una de las más activas integrantes del colectivo, empezó a propagarse por las redes sociales. «Durante os seus últimos anos de vida entregou esforzos e saúde para recuperar os seus cartos e os dos seus compañeiros, en concentracións, en manifestacións por toda Galicia, en peches e plenos en concellos e Deputación», recordaba ayer uno de sus compañeros habituales en las sonoras manifestaciones.
Encarna tenía 72 años. Ocupó titulares cuando le llegó una sanción por protestar con un sacho en O Rosal, «a ferramenta coa que sempre traballou» y que ella convirtió en un emblema de la lucha contra la estafa de los abusivos productos financieros. Ella misma explicó que, lejos de ser un arma peligrosa, tenía la azada y una barra de hierro para armar ruido a falta de dinero para comprar una trompeta y después de que el banco hubiese evaporado los ahorros de toda una vida de ella y de su marido. Recurrió ante el juzgado de lo contencioso-administrativo y fue absuelta, como la mayoría de los multados.
Esta tudense estaba jubilada. Era menuda de cuerpo, pero muy batalladora. Los problemas de salud, cuentan, se le agravaron con el lío de las preferentes. Días después de iniciarle el juicio a los directivos de NCG por las indemnizaciones millonarias, ella fue obligada a responder ante la Justicia.