Tomiño silencia sus fiestas el domingo: «Mi hijo podrá disfrutar por primera vez tranquilo de las atracciones»

TOMIÑO

La medida pretende favorecer la inclusión social y la atención a la diversidad
08 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Manuel va a poder disfrutar por primera vez tranquilo de las atracciones de las fiestas de su pueblo este domingo». Solo ha hecho falta que bajen el volumen de los cachivaches y la megafonía para que la familia de este tomiñés de cuatro años pueda planificar su tarde de domingo y es su madre, Jessica Domínguez, la que confirma que este año sí podrán disfrutar todos de la fiesta. Lo intentaron el año pasado, pero la diversión se convirtió en pesadilla debido al exceso de decibelios ya que Manuel tiene hipersensibilidad acústica. «Solo pudo estar un ratito porque con el ruido se agobia y entra en bucle», explica Jessica. Su testimonio es revelador porque evidencia la importancia de atender y educar en la diversidad a cualquier edad.
Las atracciones de las populares Festa do Alivio van a enmudecer durante dos horas este domingo para que todas las personas con hipersensibilidad auditiva o cualquier otro trastorno que produzca problemas sensoriales pueda gozar de la fiesta. La iniciativa del Concello y de la comisión de fiestas es respaldada y aplaudida por la asociación de familiares y amigos de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) Un Máis. Su vicepresidenta, Begoña Cambra, avanzaba ayer que el domingo «será un día importante para la entidad, porque podremos juntarnos muchas familias». La asociación mostró su agradecimiento al Concello y a la comisión de fiestas por una iniciativa que ya pusieron en marcha en localidades como Ponteareas, Tui o Moaña con tan buenos resultados, «que debe dejar de ser algo puntual», apunta Mónica Álvarez. Ella es la madre de Aarón, que también es autista. En su caso, la intolerancia es a los petardos y a las bombas de palenque. Los fuegos artificiales que para muchos son señal de celebración, «a Aarón le dan mucho miedo», explica Mónica abriendo también la puerta al debate constructivo, ya que la pirotecnia que también es habitual en las fiestas de los pueblos, puede provocar miedo y sufrimiento a muchas personas.
Lois, de 11 años, irá a las atracciones el domingo con sus padres y su hermana Noa, tres años menor. Al hijo de Begoña no le asustan los fuegos ni los ruidos, pero sí las aglomeraciones, por lo que también han de controlar los aforos. «Iniciativas como la de la comisión de fiestas del Alivio y el Concello de Tomiño evidencian que la gente está más receptiva a la diversidad, esperamos en que cunda el ejemplo», apuntan. Disfrutar de una fiesta en silencio «es enriquecedor a nivel educativo para todos los niños, sean o no neurotípicos», defiende la vicepresidenta de la asociación Un Máis. Esta atención y respeto a la diversidad se ha asentado tras la pandemia en otros ámbitos. Las fiestas silenciosas en las que cientos de jóvenes se reúnen en discotecas y locales y cambian los altavoces por auriculares son también tendencia y una buena fórmula contra la contaminación acústica.
«Lo importante es que todos puedan disfrutar de la fiesta sin agobios ni sufrimientos innecesarios», señala la organización a la vez que insiste en la importancia de crear momentos y espacios en los que compartir realidades diversas para construir una sociedad más inclusiva en la que las diferencias sean positivas y enriquecedores para todos».