Tomiño y Valença recuperan el lance de las cruces en el río Miño

Monica Torres
mónica torres TOMIÑO

TOMIÑO

Xoán Carlos Gil

Cientos de personas disfrutan de la secular romería del lunes de Pascua

18 ene 2023 . Actualizado a las 19:07 h.

La pandemia impidió que, por primera vez en siglos, las cruces de Sobrada (Tomiño) y Cristelo Corvo (Valença) pudieran encontrarse en el río Miño, pero los párrocos de ambas localidades, con el apoyo de pescadores, agricultores y vecinos, hicieron posible ayer la reedición del Lanzo da Cruz. Se trata de una tradición y un ritual milenarios que solo pervive ya entre estas dos parroquias y que Valença pretende que se declare patrimonio inmaterial de la humanidad por su singularidad y para asegurar su preservación.

Los vecinos de Torrón y Cristelo Covo son los que han mantenido viva la tradición, reeditándola con una romería que bebe de todo lo que le contaron sus antepasados desde hace 37 años. La fiesta arranca en el torreiro del pueblo, con los chimpines y tractores engalanados para la ocasión que bajan procesionado cada lunes de Pascua hasta el embarcadero. Lo hacen a la vez desde Torrón y desde Nosa Señora da Cabeza. Las cruces son después embarcadas y los sacerdotes las cruzan en el río para bendecir a los romeros de la orilla contraria, asegurar un buen año de capturas y proteger a los pescadores. Mientras las embarcaciones van hasta la ribera del otro país, los barqueros echan las redes para ofrecer a los sacerdotes la primera lamprea del lance.

El Lanzo da Cruz más esperado del Miño llenó de música y colorido las dos riberas, ya que el grupo de gaitas Os Chucos y la charanga Cantos somos acompañaron a la comitiva como marca la tradición. «Este año no se puede besar la cruz. Solo se traslada en barca hasta la ribera lusa y la de Cristelo Covo aquí, pero no se da a besar por mantener las precauciones de la pandemia», explicó el párroco de Sobrada, José Rodríguez Ubeira. El buen tiempo acompañó también una jornada de romería que, como también es tradicional, en la ribera gallega culminó con una gran chorizada en el torreiro de fiestas de Torrón a las 20.30 horas.