Pilar Alonso: «Soy una híbrida de gallega y andaluza»

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente VIGO / LA VOZ

TOMIÑO

Gustavo Rivas

La obra de la artista viguesa empezó siendo pictórica y la extendió a las tres dimensiones

27 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de licenciarse en Bellas Artes en Sevilla, Pilar Alonso anduvo un tiempo de nómada. Echaba en falta un sitio de referencia y cómodo en el que trabajar. Intuía que iba a pasar más horas en ese espacio que en su propia casa y con esa idea surgió la Casita Roja, el estudio de esta artista multidisciplinar viguesa.

«Encontré una casa en Tomiño y la pinté de rojo por un cuento que recordaba de una casa roja que pintaban todos los artistas de la zona. La casa le pide al niño que la cambie de color y la pone azul. Entonces todos los artistas que iban a pintarla se van. Extrañada, la casa les pregunta: ‘¿Por qué no venís?' ‘Porque al ser roja era distinta, ahora ya no tendrá su encanto', le responden».

Su Casita Roja sigue siendo de ese color. Tendrá que darle una mano de pintura el próximo verano. «Es un reflejo de mí misma, sale en mi obra personal. Vivo en el escenario que cuento en mi obra. No sé qué es antes, si el huevo o la gallina», reflexiona. En su trabajo hay una vinculación con lo arquitectónico. Una parte se llama Tengo una pared, los proyectos específicos. Otras veces son proyectos como Súbelo a la Nube, la obra que hizo para un aula de estudio en un antiguo cine de Tomiño.

Su estancia en Sevilla durante la carrera fue una experiencia interesante que le permitió ver otras maneras de pensar y de solucionar. «Soy una híbrida, mi espíritu es gallego y mi formación, andaluza. No renuncio a ninguna de las dos, es una buena mezcla», explica.

Para ella, tanto el dibujo como la pintura tienen algo de instintivo, humano y táctil. «Es como la escritura, un puente directo entre tu cabeza y lo que quieres contar. Las técnicas son como los idiomas, en unos te expresas mejor que en otros».

Su obra empieza siendo pictórica, pero al hablar de espacios necesitaba proyectarla en la tres dimensiones. Su trabajo es transversal y hasta Internet puede ser una gran fuente de inspiración. «Parto de la pintura, pero bebo del cine, arquitectura, diseño gráfico, de cómo se yuxtaponen imágenes para narrar... Las transporto a mis disciplinas», comenta.

Es como si esa sensibilidad híbrida se reflejara en su obra, una forma de hacer más en red que lineal en la que se van añadiendo cosas para hacer un todo distinto, según explica.

«Soy un culo inquieto, me gusta investigar en cosas que no son exacto lo que hago, cuanto más te vas de tu círculo de confort encuentras soluciones a lo que te planteas», señala.

A la pregunta de cuál de sus obras está más satisfecha, responde que siempre está con la última antes de acabarla. Después, dice, piensa que lo haría de otra forma, que no quiere decir que esté mal hecho. Al final es como una investigación. «Quizá a nivel emocional me identifico mucho con La Diva, uno de mis personajes principales. La empecé en el 2009, en Berlín, aunque después hice más personajes con la actriz que la encarna, Iria Pinheiro. Fue una experiencia muy interesante compartir el proceso creativo con otra persona, cuando en general son individuales, sobre todo en pintura. Compartirlo con una actriz me aportó mucho».

Le gustaría hacer proyectos de intervención en espacios grandes como teatros u otro tipo de estancias arquitectónicas interesantes, como hizo en el aula de estudio con Súbelo a la nube, símbolo de la nube virtual a la que van a parar los conocimientos recogidos antes en soporte de papel.

Pilar cree que la labor de un artista no es solo mostrarse, como sucede en un museo, sino sacar el arte a la calle e implicar al público: «Es un signo de los tiempos, no solo somos receptores, sino que podemos emitir. Hay gente que no se siente atraída por los museos contemporáneos y hay que abrir vías de comunicación».

Sobre la influencia de la pandemia en su obra, indica que todos los procesos creativos necesitan una fase de incubación. Lo ideal, apunta, sería intercalarla con períodos más activos socialmente. En este caso cree que es algo más largo: «Todo lo que sea salir de la rutina acaba dando resultados». Entres sus proyectos está Tengo una pared, con alguna obra participativa que jugará un papel importante.