Silvia Fominaya está «contenta» tras la sentencia de divorcio pero prevé otro pleito por los gananciales

E. V. PITA VIGO / LA VOZ

TOMIÑO

E.V.Pita

La presentadora televisiva vivirá en Tomiño con sus hijos pero se trasladará a veces a Madrid por razones profesionales

16 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El calvario judicial que duró cuatro años para resolver la sentencia de divorcio de Silvia Fominaya, víctima de un episodio de malos tratos, ha terminado con una sentencia favorable. El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vigo le concede importantes prestaciones para ella y sus dos hijos, con los que convive en una casa en Tomiño.

La modelo y colaboradora televisiva, tras conocer la resolución judicial, muestra su satisfacción porque, a pesar de ciertas discrepancias sobre la cuantía de la pensión, asegura el futuro de sus hijos. «Estoy muy contenta pues aunque no subió mucho la cuantía en mi pensión compensatoria, me dio vivienda con gastos pagados y eso es un ahorro muy grande. Y mis hijos están cubiertos para los gastos del colegio y las actividades extraescolares», afirmó ayer.

Pero todavía quedan pendientes algunos flecos como el reparto de los bienes gananciales, proceso que continuará en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Vigo porque se trata de un asunto civil derivado de una denuncia de malos tratos.

«Al parecer, el litigio no se puede sacar de ese juzgado. Lo importante es que mis hijos quedan bien, se paga el colegio, las actividades, la casa y su mantenimiento y suministro. Y mi pensión pues fue baja, sí, pero ahora mi abogada va a estudiar si recurre la sentencia».

Respecto a presentar un recurso, la modelo explica que se puede presentar por separado, «lo de los niños no, pero lo mío sí».

La colaboradora televisiva continuará en su vivienda de Tomiño porque la jueza se la ha concedido con los gastos pagados y «eso me aumenta mucho la pensión».

«Para mí lo más importante además es que esta sentencia favorece que mis hijos puedan completar todos sus estudios aquí, en su tierra, de donde son sus raíces hasta el fin de la carrera», comenta.

Al quedarse a vivir en Tomiño, Fominaya comenta que «yo viajaré para realizar mi trabajo en Madrid, ojalá pongan pronto el AVE». Añade que «tengo que trabajar en lo mío pues me encanta mi profesión. Ojalá pronto esté de nuevo en el trabajo en Madrid pero Galicia me trata bien. Vamos, yo tengo que y quiero trabajar».

El juicio de divorcio con un empresario vigués fue suspendido hasta cuatro veces por agenda y huelga de funcionarios.