«El punto de partida soy siempre yo»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

TOMIÑO

Daniel Chaver

La artista tomiñesa Verónica Vicente fue premiada en la XX Bienal de Arte de Vilanova de Cerveira

18 sep 2018 . Actualizado a las 12:38 h.

A poco más de 30 minutos de Vigo se celebra la Bienal de Arte de Vilanova de Cerveira, un certamen de alto nivel y larga historia (es el más antiguo de Portugal) que este año cumple 20 ediciones. Entre otras secciones, el festival organiza un concurso internacional al que para esta ocasión se presentaron 437 candidatos con 717 obras de artistas oriundos de 43 países. El jurado escogió 162 obras de 143 artistas cuyos trabajos conforman el grueso de las creaciones que se presentan al público hasta el 23 de septiembre. La organización, además, selecciona una serie de piezas para su colección y una de ellas ha sido la videoperformance Figuras decorativas, de Verónica Vicente (Tomiño, 1988), autora estrechamente vinculada con el país vecino por proximidad y afinidad. La autora estudió Bellas Artes en la Universidad de Vigo.

-¿Hay algún tema recurrente en su trabajo?

-Sí, si en algo se caracteriza es en una temática común: el acercamiento al cuerpo como búsqueda de la identidad. Juego con las figura humana como si fueran esculturas.

-Recibir un premio es una alegría, pero si además la recompensa es vender una pieza audiovisual es doble contento, ¿no?

-Es una alegría enorme que además el premio venga de Portugal. Vender arte en general es complicado, pero en formato vídeo mucho más porque en general el arte digital se valora menos. Su mercado en el coleccionismo es minúsculo. Aún así yo apuesto por esos vehículos. Me gusta conjugar fotografía y vídeo, combinar imagen estática y movimiento.

-¿La modelo es usted?

-Sí. El punto de partida soy yo siempre. En el desarrollo, a veces sigo y otras lo extrapolo a otras personas. Casi siempre es una amiga que actúa como una extensión de mí misma, como una doble. Es una cuestión técnica. Es complicado meterse en un jersey y saber cómo se ve desde fuera. Necesitaba unos ojos que me viesen, que es lo que siempre necesita un artista.

-¿Lo puso en práctica en esta última obra premiada?

-Sí. La videoperformance es la acción real que luego va a dar lugar a la fotografía. Yo registro todo el proceso y se exhiben ambas cosas. Comencé el proyecto en el 2015 y buscaba como escenario palacetes o salones señoriales, por eso lo hice en diferentes lugares. El que fue premiado lo hice en un palacete en Portugal, pero acabé la serie en la Asociación de Arquitectos de Oporto, que fue restaurada por ellos mismos. Me admira cómo los portugueses valoran su patrimonio arquitectónico.

«Vivo Portugal para cualquier cosa, hasta para tomar un café»

Como tomiñesa, Verónica Vicente considera Vilanova de Cerveira casi como una prolongación de su casa. De la pequeña localidad de la que los vigueses suelen acordarse solo los sábados, día de mercadillo, mana un palpable interés por la creación plástica, ya que en sus calles y plazas se palpa la huella de su bienal de arte que lo ocupa todo durante casi dos meses. «Vivo Portugal para casi todo, hasta para tomar un café», explica la autora que aunque tiene su base en Tomiño, se mueve bastante por toda la geografía española.

Ha expuesto en numerosas galerías, museos o festivales entre las que destacan, a nivel nacional, las realizadas en el Centre d’Art La Panera de Lleida, el Outono Fotográfico, Centro Torrente Ballester de Ferrol, Auditorio de Galicia de Santiago y Círculo de Bellas Artes y Tabacalera en Madrid. A nivel internacional participó en colectivas realizadas en Carpe Diem Lisboa, Festival Internacional de Videoarte de Cuba, Athens Digital Arts Festival de Atenas y Centro Cultural de Cali, Colombia.

A pesar de su trayectoria y más premios, compagina su carrera con otros trabajos. «Intento que al menos estén relacionados con alguna disciplina artística o con el sector audiovisual, pero no siempre es así», admite. Cuando decidió hacer Bellas Artes, cuenta que lo hizo pensando en ser pintora, pero desde que se fue con una beca Erasmus a la localidad gala de Angers, se centró en la fotografía. «Fue un punto de inflexión, a partir de ahí el interés fue creciendo más y más», cuenta. En este momento, la artista le da vueltas a un nuevo proyecto entre el sur de Pontevedra y el norte de Portugal sobre espacios naturales «con libros y árboles, pero aún está gestándose», reconoce.

Castelo de Cerveira. La obra seleccionada se expone en el Castelo de Cerveira junto a 161 obras de artistas de 26 nacionalidades. Abre hasta el 23 de septiembre Abre hasta el viernes de 14.30 a 22.30 Sábado y, domingo de 10.30 a 22.30 horas.