La Diputación apunta a la camelia como imán turístico de la provincia
SOUTOMAIOR
Cuatro de los únicos 52 jardines de excelencia que hay repartidos por todo el mundo están en las Rías Baixas
10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Chove en Santiago
meu doce amor.
Camelia branca do ar
brila entebrecida ó sol».
Así comienza uno de los seis poemas gallegos de Federico García Lorca. Ayer también llovía en el Pazo Quinteiro da Cruz (Ribadumia) y también era protagonista la camelia. Lo era y la apuesta de la Diputación de Pontevedra es que cada vez ese protagonismo sea mayor. Así lo apuntó Carmela Silva en el acto que se celebró en el pazo para celebrar la entrada de sus jardines en la relación que la International Camellia Society (ICS) tiene como lugares de excelencia. La lista se circunscribe a 52 lugares, repartidos por todo el planeta, y la mayor densidad se registra en la comarca de O Salnés, donde hay hasta tres: el pazo de Rubiáns ya estaba entre los elegidos y a ellos hay que unirles, tras la reunión celebrada en Nantes hace unos días, el pazo de A Saleta (Meis), y el ya mencionado Quinteiro da Cruz. El póker en la provincia de Pontevedra lo completa el Castelo de Soutomaior. «Isto é algo do que presumir e do que sentirse moi orgullosas e orgullosos xa que é un elemento máis de internacionalización da nosa posición», apuntó Carmela Silva.
Fue Pedro Piñeiro, uno de los propietarios del pazo Quinteiro da Cruz, quien abrió el turno de intervenciones para agradecer el apoyo que la Diputación ha prestado para que este reconocimiento internacional sea posible, y para recordar la labor que allí hicieron sus padres (Victoriano y Maruxa) para recuperar el jardín. A día de hoy, este cuenta con más de seis mil camelios y con dos mil ejemplares de otras especies botánicas. «Ha sido una labor diaria, incrementando poco a poco la colección y creando aquí nuestras propias camelias», explicó Pedro Piñeiro. Su hermana Beatriz destacó los trabajos de innovación en el Quinteiro da Cruz. Mencionó la aplicación de realidad aumentada que han preparado y la colaboración con la Universidad de Valencia para conseguir un producto textil que, combinado con el té, pueda servir como elemento de protección contra los rayos ultravioleta y, también, como repelente de insectos.