Arcade, un nido de serpientes

MANU OTERO SOUTOMAIOR / LA VOZ

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La maleza prolifera en fincas abandonadas y motiva las quejas de los vecinos

28 jun 2017 . Actualizado a las 11:19 h.

Aparecen en riachuelos, en la carretera, en huertos y hasta en el interior de casas. La presencia de serpientes es una constante en el rural de Soutomaior y los vecinos están hartos de convivir con estos indeseados y, casi siempre, inofensivos reptiles. Ellos achacan su presencia al crecimiento descontrolado de la maleza en multitud de fincas abandonadas. «Detrás de mi casa hay una finca llena de helechos gigantes, el otro día maté una serpiente dentro de casa, ya estoy cansado de protestar, aquí nadie hace nada», señala un vecino de Arcade de Arriba que prefiere permanecer en el anonimato para evitar disputas con sus vecinos, dueños de las parcelas abandonadas e invadidas de malas hierbas.

Las fincas abandonadas en esta localidad, -«algunha hai dez anos que non se limpa», aseguran- se están convirtiendo en una fuente inagotable de problemas. El principal, los reptiles. «Hay un camino por el que no nos atrevemos a pasar porque hay siempre una serpiente enorme atravesada», alerta otra vecina que también halló uno de estos ofidios en su huerto. Sin ir más lejos, en la mañana de ayer apareció otro ejemplar muerto en plena calle, a escasos metros del colegio Manuel Padín Truiteiro.

Sin embargo, estos reptiles no suponen ninguna amenaza. Hasta son beneficiosos. «Se alimentan de bichos perjudiciales para las huertas», señala el educador ambiental Antón Lois, de Amigos da Terra. El espécimen hallado ayer en Arcade se trata de una cobra Natrix natrix. Una especie muy habitual y que gusta de ecosistemas frescos y con acceso al agua. Algo que la lleva a compartir hábitats como el de Arcade con el ser humano. «Son inofensivas pero la gente, ante la duda, se la carga», lamenta Lois, que entiende que los vecinos no quieran a estos reptiles en su casa pero «antes de matarlos deben llamar a la Policía Local o para que los recojan y los lleven a un espacio adecuado», recomienda.

Que esta cobra ataque a una persona es sumamente raro. Pero si están arrinconadas y «muy cabreadas» pueden llegar a atacar, aunque su mordedura es equivalente a la de una lagartija. «No tienen veneno ni fuerza en la mandíbula», tranquiliza el experto que sitúa en lo pestilente de sus excrementos, que liberan cuando se sienten atacadas, lo más peligroso de esta culebra.

Sin embargo, la presencia de serpientes no es el único problema en Soutomaior. La maleza alberga también ratas que a menudo se cuelan en las casas. Pero lo más grave es el riesgo de incendio y los enfrentamientos entre vecinos por la limpieza de las fincas. «Eu teño o meu muro limpo e limpei tamén o do veciño de enfronte, que non tiña por que facelo», denuncia una de las afectadas a la que el Concello derivó a Medio Ambiente para resolver el conflicto.

Las quejas de los vecinos las recopiló el portavoz del BNG, Manuel Lourenzo, que critica «a deixadez de funcións» del Concello. «Eles deben facer de inspector e actuar de oficio, non o fan e están a provocar liortas entre veciños», lamenta el nacionalista que teme que se repitan los incendios del año pasado.