Soutomaior recibe a los peregrinos del Camino con 400 metros de alto riesgo

manu otero VIGO / LA VOZ

SOUTOMAIOR

XOAN CARLOS GIL

El Concello ha pedido a Patrimonio modificar un tramo sin arcenes ni pasos de cebra

04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Peregrinar hacia Santiago puede considerarse deporte de riesgo si se hace por la N-550. Vecinos, peregrinos, asociaciones y el propio Concello de Soutomaior son conscientes del peligro que entraña ese tramo de medio kilómetro, a la salida de Cesantes, que obliga a los caminantes a circular por un arcén de medio metro y cruzar una carretera de tres carriles sin paso de peatones. «Propuxemos unha variación do camiño duns cen metros para evitar que teñan que cruzar, a enviamos a Patrimonio e está pendente de autorización», informan desde el Concello.

Los propios peregrinos ya llegan a ese tramo avisados. «Ya nos han dicho que por esta zona tenemos que ir con cuidado porque el arcén es muy estrecho y los coches vienen muy rápido», comenta la madrileña Mercedes Biorza mientras espera el momento oportuno para cruzar la calzada a la carrera. «Es una zona peligrosa, los coches pasan muy cerca», explica Silvia Villanueva que realiza por primera vez el Camino de Santiago acompañada de su familia. La visibilidad es otra de las amenazas. «Cuando viene un grupo grande es difícil cruzar, suele hacerlo uno para avisar después a los demás de cuando no vienen coches», relata una vendedora ambulante de conchas compostelanas que acostumbra a situarse en las inmediaciones del lugar. «Lo peor es cuando se adelantan dos camiones, el límite es de cincuenta pero suelen ir más rápido», afirma preocupada la ambulante que teme por la seguridad de muchos peregrinos que circulan por parejas o tríos y que, en ocasiones, llegan a invadir parte del carril. «Por suerte nunca pasó nada», agradece.

Para poner una solución definitiva, sugieren algunos peregrinos un paso elevado. Aunque esa es una medida que deben adoptar los técnicos, afirma Celestino Lores, presidente de la Asociación Amigos do Camiño Portugués. «Un arcén protegido o un paseo», son otras alternativas que se le ocurren al experto que confía en el compromiso de la Xunta de dar solución a los tramos más peligrosos del Camino. «Tenemos la promesa de que los solucionarán este año», sostiene en alusión a los problemas que hay en Redondela, Arcade, Pontevedra o Barro y que se encuentran en manos del gobierno autonómico y del Ministerio de Fomento.

Según varios peregrinos que iniciaron la ruta en la frontera con Portugal, la seguridad vial no se convirtió en un problema hasta la llegada a Redondela. «Empezamos en Tui y fuimos muy bien, pero por aquí da un poco de miedo», confiesa Villanueva sobre una zona en la que el número de caminantes se duplica por la confluencia del camino tradicional y el de la costa.

Mientras tanto, en Soutomaior confían en aplicar la medida cuanto antes. Así, en lugar de cruzar la N-550 para completar unos 150 metros por caminos secundarios de Arcade, «nos que non hai ningún comercio así que isto non lle perxudica a ninguén», puntualizan en el Concello; harán continuar a los peregrinos por el margen derecho de la N-550 hasta llegar al centro de la villa.