La fiesta del Descenso do Miño al fin recupera su plenitud

MÍRIAM V. F. VIGO / LA VOZ

SALVATERRA DE MIÑO

M.MORALEJO

Las dos modalidades vuelven a coincidir y reunirán a más de mil palistas

17 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El gran día del Kayak Tudense ya está aquí. Y con la normalidad plena de vuelta después de la pandemia y de otros inconvenientes que condicionaron la edición del 2022 del Descenso Internacional y del Descenso Popular del río Miño, que vuelven a compartir fecha y que reunirán a más de 1.000 palistas, aparte de una cifra similar o superior de espectadores. Dice el presidente de la entidad organizadora, Diego Piña, que no quieren alardear de que se trate de un evento declarado Festa de Interese Turístico por el Consello de la Xunta de Galicia, pero la distinción habla de la magnitud de la cita de este sábado.

Se trata de la edición número 52 de la prueba federada y de la duodécima de la popular, aunque ambas tienen más años, puesto que hubo parones en sus celebraciones. El más reciente, el de covid, del que ya no queda rastro de ningún tipo. «Estamos contentos con la participación. Le pasó a todo el mundo que, después del covid, hubo un bajoncito, pero este año notamos un repunte», señala. Este afecta a los federados, mientras que en el caso de los aficionados, directamente, no han podido atender toda la demanda, como ya es habitual. «No tenemos piraguas propias de paseo, las alquilamos a empresas y no hay más en la zona. Abrimos la inscripción mes y medio antes y a las tres semanas, ya estaban completas», detalla.

534 deportistas tomarán la salida en la modalidad competitiva, mientras que también lo harán otros 550 para los que el orden de llegadando tienen relevancia. Los primeros suelen completar su recorrido en alrededor de una hora; los segundos pueden alcanzar incluso las tres o las cuatro. «Van parando y disfrutando del ambiente», señala Piña. Porque siguiendo la prueba desde fuera del agua habrá también gran cantidad de público. «Serán mil personas dentro y otras tantas siguiéndolo fuera, mucha gente. ¡O eso esperamos!», dice el también exdeportista.

A los participantes de competición, avisa Piña, les esperan unas condiciones que no se lo pondrán especialmente sencillo. «Van a tener la marea en contra subiendo y, seguramente, el viento en contra. Este año lo van a tener duro», advierte. Habrá 48 clubes representados, de los cuales seis son portugueses, dos argentinos, tres de Madrid, dos de Valladolid, un asturiano, uno de Pamplona y 33 gallegos.

Su salida de Salvaterra será a las 18.30, dos horas y media más tarde que la de los participantes populares de Caldelas (16.00). Tanto antes como después, se espera un gran ambiente festivo, con romería que incluye música y comida a precios populares ya desde las 12.00 horas. Hay lanzaderas para los participantes desde el Parador de Tui desde las 11.30, así como aparcamiento habilitado al lado de las instalaciones del club. Hay, asimismo, servicio de transporte de mochilas.

Piña también participó en su día como palista, pero asegura que no añora esa época. «A mí me sigue gustando sacar de paseo la piragua, pero no echo de menos competir, sin odiarlo ni decirlo en un sentido malo. Estoy en un punto guay en el que disfruto viendo a los demás, un poco como cuando pasas de ser hijo a ser padre», compara. Ahora lo vive de una manera «muy estresante», de un lado para otro y pendiente de ayudar en todo lo que sea necesario y de que no falle nada.

En Caldelas, Manuel Pedrares es quien se encarga de prácticamente todo, mientras que en Salvaterra están los entrenadores del club Esteban Alonso y José Luis Bouza. Explica el presidente que, después de la celebración de la prueba, el lunes y el martes son para poner en orden el club después de recoger todo la propia noche del evento, pero el miércoles ya es día de empezar a esbozar la siguiente edición.

Día grande en Tui

Piña expone que, más allá de ser un día único en el año para el Kayak Tudense, lo es «para la ciudad de Tui» en su conjunto. Es en ese punto donde recuerda el distintivo otorgado por la Xunta de Galicia del que disponen. «No nos gusta alardear de ello, pero sí que es cierto que es como una especie de reconocimiento al trabajo que se agradece».