La fortaleza descubierta en Tomiño fue un escenario clave de la guerra entre España y Portugal en el siglo XVII

Monica López Torres
Mónica Torres TOMIÑO

SALVATERRA DE MIÑO

cedida

El yacimiento se encuentra arrasado, pero los expertos le atribuyen un gran valor histórico

13 ene 2023 . Actualizado a las 13:20 h.

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La nueva fortaleza del siglo XVII identificada en el Concello de Tomiño refleja la importancia que la Guerra da Restauraçao tuvo en la frontera galego-portuguesa, especialmente en el Baixo Miño. Los especialistas creen que esta comarca podría haber sido uno de los principales frentes bélicos de esta guerra que duró casi 30 años de 1640 a 1688 y que dejó a gallegos y portugueses exhaustos. 

Hasta el momento se creía que el frente extremeño era el principal eje bélico de esta guerra, pero la cantidad de fortificaciones encontradas en la raia galega, gracias al trabajo de catalogación realizado por la historiadora y especialista en paisajes bélicos del siglo XVII, Rebeca Blanco-Rotea, acredita la importancia que el frente gallego tuvo en esa guerra entre pueblos hermanos

Consideran especialmente importante lo ocurrido a lo largo de las dos orillas del Miño, sobre todo en su tramo final, entre Salvaterra y A Guarda y entre Monçao y Caminha. Hasta el momento, Blanco-Rotea había identificado 45 construcciones bélicas a un lado y otro de la frontera, 24 de ellos entre Tui y Tomiño y entre Valença do Miño y Vilanova de Cerveira. El número siguió aumentando desde el estudio de Blanco-Roteia de 2015. De hecho, tanto los actuales concellos de Vilanova de Cerveira y Valença do Miño como el de Tomiño concentran la mayor parte de estas fortalezas. 

Es justamente en Tomiño donde se localiza la nueva fortificación de esa extensa frontera bélica en la que se convirtió el Baixo Miño gallego y el Alto Minho portugués hace 400 años. Se trata de una estructura fortificada que algunos investigadores habían apuntado de origen medieval, pero que el periodista Xurxo Salgado identificó como un posible fuerte del siglo XVII. Se trata de una hipótesis que confirmó la especialista Rebeca-Blanco Rotea. «Tendo en conta o coñecemento existente sobre as campañas de guerra que se desenvolveron nesta zona do Baixo Miño, cremos que, posiblemente, o xacemento se relacione coa campaña que tivo lugar con posterioridade da toma de Goián por parte dos portugueses en 1663», asegura.

Rebeca Blanco-Rotea presentó este nuevo hallazgo el miércoles en Tomiño en un acto al que asistieron, además, los principales dirigentes políticos del Concello, entre ellos Lara Meneses, del PP, Violeta de Santiago, del PSOE y Valentina Valderrey, de Podemos.

El nuevo yacimiento está muy arrasado por actividades forestales y vitivinícolas, pero aún conserva la estructura abaluartada de planta en punta, semejante a los baluartes. Se encuentra en la parroquia de Taborda, a unos 1,96 kilómetros al norte del río Miño y a 1,4 al norte de la vía de comunicación entre A Guarda y Tui. También tiene una cierta relación de proximidad con otras fortificaciones ya documentadas. «Resultaba interesante tamén o topónimo do lugar, coñecido como As Torres, pois polo sitios documentados no resto da fronteira é habitual que as entidades fortificadas documentadas se localizaran en lugares coñecidos como Torre, Castelo, Forte, Atalaia e incluso Centinela», señala Blanco-Rotea. 

La presencia de dos pares de poblaciones enfrentadas, Goián y Vila Nova de Cerveira y Amorín y San Pedro da Torre, motivó que esta zona fuese uno de los enclaves en los que se produjo una mayor actividad bélica y constructiva de todo el Baixo Miño. Los portugueses intentaron tomar Goián en varias ocasiones hasta que, en 1663, consiguieron establecerse en el lugar hasta la firma del tratado de paz en 1668.