Pescadores de O Condado piden que la lamprea tenga denominación de origen

Su prestigio data de la época romana y expertos gastrónomos como Álvaro Cunqueiro y José María Castroviejo dieron buena cuenta de sus cualidades. La asociación de pescadores O Trabadoiro cree que la lamprea tiene historia de sobra para avalar la denominación de origen. A lo anterior se sumaría la calidad que adquiere en O Condado, y en especial en Arbo, al tratarse de una zona a la que logra llegar tras remontar el Miño.

«Se le podría poner perfectamente una etiqueta de denominación de origen con todo lo que tiene detrás», apunta el presidente de O Trabadoiro, Ángel Fernández Expósito. Como muestra de la importancia que tiene la figura del pescador en este tramo del río cita el hecho de que el número de pesqueras (o pescos) donde se captura la lamprea haya pasado a lo largo de los años de 400 a 120, repartidas entre los municipios de Crecente, Arbo, As Neves y Salvaterra. «Muchas han desaparecido por abandono. El pescador defiende el patrimonio, si ve algo que está mal se preocupa y si son detalles que están al alcance de su mano, como retirar ramas o troncos de árbol, lo hace», comenta.

En el colectivo están convencidos de que no se les tiene en consideración lo suficiente, de ahí que, al final, muchos abandonen. «No hay manera de vender la lamprea de forma legal; para un pescador no es posible darse de alta como autónomo, porque no le da para pagar; un día pesca cuatro y otro, 50. Pretendemos cotizar solo por lo que se venda, como sucede con los productos del huerto, pero de momento no lo hemos conseguido», explica el pescador. La idea es que, una vez legalizada la situación, se pueda instalar un punto de venta que aglutine la pesca de varias personas con alguien al frente.

En esta zona del Miño solo está permitido pescar en una tercio del río. «En el centro, nada. Sin embargo, en la zona de A Guarda pueden ir de lado a lado», explica Expósito. Una de las quejas de los pescadores tiene que ver precisamente con las artes utilizadas en la desembocadura, las llamadas redes de deriva. «La Unión Europea quiere actuar en ese sentido y prohibirlo en el río, es lógico, pero de momento esta temporada aún no se pondrá en práctica».

También se quejan de la pesca masiva, tanto de lampreas como de salmones, en la zona baja del Miño, lo que impide que las piezas remonten el río. La consecuencia, dicen, es una saturación de la pesca y precios por los suelos. «Se está repoblando desde hace un par de años el Deva y el Tea con salmones, pero de poco sirve si se pescan antes de que vuelvan río arriba».

Con la pandemia, la temporada pasada les incluyeron como pescadores de caña, lo que les llevó al cierre y a estar mes y medio de brazos cruzados, pese a tener licencia de pesca en pesquera. «Si hubiera un marco legal no pasaría», comenta Ángel Fernández.

Río Tea

La pesca de lamprea en el tramo internacional del río Miño está regulada por una comisión mixta hispano-lusa dirigida por las Armadas de ambos países. Este año la temporada se desarrollará del 15 de febrero al 15 de mayo. Antes empezará en el río Tea (en los municipios de Ponteareas y Salvaterra), prevista para el primero de febrero. En este caso la declaración de los plazos le corresponde a la Dirección Xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente.

Cerradas las peticiones para lograr los permisos, se han presentado 41 solicitudes con cuatro pescadores cada una, lo que supone un total de 164 pescadores. El 15 de enero tendrá lugar el sorteo para la adjudicación de puestos y la colocación de estacas.

En este caso, los pescadores de pesqueras están de acuerdo con la regulación, ya que en el Tea se estipulan días alternos. Lunes, miércoles y viernes se pesca desde las estacas impares, y martes, jueves y sábados, desde las pares. Además, se prohíbe la pesca desde las 8.00 horas de los domingos hasta las 21.00 de los lunes. Por lo tanto, se permite desde las 21.00 horas del día autorizado hasta las 8.00 del siguiente.

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