El Celta busca terrenos en Mos y las pesqueiras del Miño cobran valor

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

SALVATERRA DE MIÑO

Los vecinos de Torneiros logran modificar una obra que amenazada a su colegio

16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las tres empresas dedicadas en Tui a la exportación de angulas vivieron un buen inicio de año. El célebre visitante del río Miño se cotizaba entonces a 2.500 pesetas el kilogramo. Por hacernos una idea del negocio, en un solo día se exportaron desde la capital miñota mil kilogramos del alevín de anguila. No tan espléndido anduvo el Ministerio de Cultura en aquel mismo mes ya que solo dejó un millón y medio de pesetas para rehabilitar el arco visigodo de Nigrán, que es uno de los grandes atractivos patrimoniales del municipio.

Las páginas de La Voz de Galicia recogieron durante días el conflicto vivido entre los vecinos de Torneiros, en O Porriño, y una constructora. En medio estaba el patio del colegio, que la empresa quería transformar en un edificio de quince plantas. La presión popular consiguió un acuerdo satisfactorio para ambas partes.

La aprobación de la autonomía conllevó una recuperación del idioma gallego desde la oficialidad. Mientras en Moaña se declaraba el gallego idioma oficial de ayuntamiento, en la corporación de Salvaterra de Miño se aprobaba un informe del Instituto da Lingua Galega tendente a recuperar la toponimia gallega en las parroquias y lugares de este concello. Aguas arriba, por el río Miño, los concellos de As Neves, Arbo y Crecente pretendían que sus pesqueiras fuesen declaradas conjunto etnográfico. El Museo do Pobo Galego estaba moviendo el asunto.

Aquel año tuvo muchos humos procedentes de numerosos incendios forestales. Los municipios del O Morrazo adoptaron una serie de medidas conjuntas para frenar aquella oleada de fuegos, que llevó a Icona a declarar la península como zona de alto peligro. En Redondela perdían directamente a Icona, el instituto nacional de la naturaleza, que suspendiese la venta de árboles quemados en los montes del municipio.

Al igual que hoy en día, el Real Club Celta estaba buscando terrenos en Mos para una ciudad deportiva. Por ello se reunieron los comuneros de Tameiga para tratar el asunto sin que se encontrase una solución favorable para nadie.

El 8 de octubre, la corporación de O Rosal da un paso histórico al cambiar el nombre de la avenida de José Antonio por el del escritor Julio Sesto. La medida fue muy aplaudida desde otras localidades, tal como recogían los días siguientes las páginas de La Voz de Galicia.

Aunque, para singular, lo ocurrido en el Concello de Oia. El alcalde de la localidad formalizó una moción de censura contra un concejal de su gobierno, aunque perteneciente a UCD. Fue criticado políticamente por los votos de sus compañeros por realizar unas obras de asfaltado en un camino vecinal sin avisar a la comisión de obras.

En Cangas, en cambio, salía mucha gente a la calle para protestar porque el concejal Mariano Abalo tenía que irse para Barcelona. El traslado era laboral, ya que trabajaba en Correos, pero mantenía un puesto electo en la villa. Muchos alcaldes de la zona le respaldaron.