
Diez actrices encarnan a cosedoras en una obra casi documental sobre el emporio textil que dio de comer a miles de familias en Redondela
29 jun 2023 . Actualizado a las 19:30 h.Fue un emporio textil que dio de comer a miles de familias, quebró y más tarde contribuyó a la expansión de Zara, ya que sus trabajadoras, al quedarse en la calle, comenzaron a coser botones para Amancio Ortega. Ahora, la historia de aquellas mujeres salta al escenario.
Las camisas Dalí, anunciadas en televisión por el famoso pintor catalán, fueron un hito en la producción de Regojo. Las confeccionaban miles de mujeres que hicieron de esta empresa familiar de Redondela una de las más potentes del sector textil en España. Llegaron a tener 5.000 empleados de forma directa e indirecta. «Todas las mujeres de Redondela trabajaban para Regojo», señala José Manuel González, actor y responsable junto al director de escena Roberto Casal Mouriño del relato colectivo As Mulleres do textil, una obra en gallego que será escenificada este fin de semana en el Multiusos de Redondela y que recoge las historias íntimas y personales de una decena de empleadas de la fábrica. «No es estrictamente teatro documental, pero casi», señala González, que dirige los ensayos de la obra. Recuerda que en su infancia «paseabas por Redondela y en los bajos oías el sonido de las maquinas de coser». Era el momento en que también Refrey hacía su agosto en Bouzas vendiendo estos artefactos a pedales que alzaban y dejaban caer la aguja enhebrada, pespuntando con precisión.
En aquella época no había bajas por maternidad como ahora y ser madre soltera era una vergüenza para muchas chicas. La obra recoge diálogos de este tipo.
Mamer Santos, conserje en la Universidad y actriz aficionada encarna a la madre de Diana, una chica adolescente a la que quería colocar en la fábrica. «Entón comezaban a traballar aos 14 anos», relata la actriz, que está muy ilusionada con la obra.
Después de ocho años trabajando como actor en Madrid, González regresó a su villa natal. Coincidió con Roberto Casal en un festival de Ribadavia y ambos se embarcaron en el proyecto que han desarrollado los últimos seis meses y que ha sido apoyado con 8.000 euros por el Concello de Redondela. Para este proyecto contaron con las institutos de enseñanza secundaria de la villa, cuyos alumnos participan en la obra. Unos diez alumnos salen a escena, pero las auténticas protagonistas son 10 mujeres y un hombre, que hace de encargado de la fábrica. Las historias que cuentan son reales, aunque los nombres se cambien. En enero y febrero, los directores de la obra se entrevistaron con unas veinte mujeres «de entre 65 y 80 años» que trabajaron en la fábrica, que cerró en 1981, aunque una cooperativa de trabajadoras que pidieron créditos personales para sostenerla, Telanosa, le sobrevivió seis años. «Fue un engaño y Hacienda les embargó el dinero a todas las que formaban parte de ella», relata José Manuel González que añora la fábrica, de la que solo queda una vieja chimenea apuntalada y rodeada de pisos que se construyeron en el solar de la antigua factoría desaparecida por la crisis económica de comienzos de los 80. La competencia de otras zonas textiles, la conflictividad laboral de la época y la propia gestión empresarial llevaron a la desaparición del grupo.