Un ovni de Redondela en la Gran Vía madrileña

Monica Torres
mónica torres REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

cedida

Paula Amoedo, estudiante de Bellas Artes, gana un concurso de diseño

05 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En la Gran Vía madrileña vuelve a divisarse un ovni. Nada que ver con el expediente X que copó las portadas nacionales en 1968, cuando la arteria de la capital española se colapsó ante el avistamiento de un platillo volante. Quien ha aterrizado esta vez en el número 67 de esta calle es Paula Amoedo Lamas, una joven de Redondela que, tras imponerse en un reñido concurso de diseño, ha pintado y firmado su obra en una de las fachadas que configuran el bulevar más famoso de Madrid.

«Al principio no me podía creer que yo hubiera ganado el concurso, pero me hizo muchísima ilusión y fue todo un reto ya que tuve que hacer el mural en un solo día y era la primera vez que trabajaba con público», explica esta licenciada en Bellas Artes ante la que además, es su primera incursión en el arte urbano a gran escala. Su diseño inicial era el de una niña pelirroja, «en la línea del carácter de originalidad y creatividad que caracteriza a la cadena Tiger, que es la que convocó el concurso, pero luego pensé que debía ser un mural interactivo en el que los clientes pudieran integrarse», señala. Fue entonces cuando apostó por hacer un ovni como elemento central de su propuesta. «Me inspiró el que hay en el espigón de A Guarda y que vi hace un par de años», afirma. Esta alternativa le facilitó plasmar ese carácter interactivo que permite que la verja de esta tienda funcione a modo de photocall.

«Lo que se lleva ahora son los murales interactivos, porque la gente busca lugares y referencias para subir contenidos a las redes sociales. En este caso, cualquiera puede posar bajo la luz del ovni y sentirse abducido», apunta la artista.

Además del resultado final, Paula disfrutó con el proceso. «Me sorprendió mucho la gente y fue una experiencia muy satisfactoria. La gente que pasaba me animaba y daba su opinión», señala. Todo eso ocurrió el domingo 24 de abril, cuatro días antes de la inauguración de la tienda. «Trabajé seguido desde las 8.00 a las 22.30 horas, descansando solo para comer, porque tenía que aprovechar que no estaban con el montaje de la tienda», recuerda esta joven que aprovecha su estreno para respaldar el clamor de su pueblo por el bachillerato de artes. Ella tuvo que hacerlo en Vigo. «Tengo alumnos de pintura que lo necesitan y no solo arte sino por diseño», defiende. Todos lo que quieran seguir su actividad, pueden consultarla en su Instagram, que es @paul.art3 o @paulamoedol.