Patricia Costa: «Es más importante formar a los periodistas en violencia de género que darles cursos de inglés»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

REDONDELA

TVE

La redondelana Patricia Costa, presentadora del programa Tolerancia Cero en Radio 5, recibió el primer Premio Sesé Mateo de Periodismo Ético en el Tratamiento de la Violencia Machista

30 nov 2021 . Actualizado a las 00:53 h.

La periodista que concede el Concello de Redondela. El certamen que ha estrenado la presentadora del programa Tolerancia Cero en Radio 5 RNE con un reportaje sobre el funcionamiento del sistema VioGen, pretende reconocer la ética a la hora de tratar informaciones tan delicadas como las relacionadas con la violencia machista.

—¿Qué significa un premio así para una persona muy comprometida con una información tan delicada y que además ese caso, el del asesinato de Sesé Mateo, le pilla tan cerca?

—Primero me gustaría destacar que el galardón es un idea que surge de la iniciativa del hijo mayor de Sesé, Joshua, y del Concello de Redondela. Hay que recordar que cuando matan a su madre, él se queda a cargo de su hermano de 8 años y sin casa. En este caso creo que más que el premio, lo importante es la historia que hay detrás. Esta forma de hacer periodismo por la que han valorado mi trabajo es posible solo gracias a testimonios fuertes de supervivientes como Joshua, personas que saben cómo y qué decir sobre la violencia machista ayuda a que mujeres que están pasando por esto reaccionen y denuncien.

—Algo de mérito tendrá la periodista...

—Hay algo que siempre digo: no envían a nadie que no sabe nada de fútbol a hacer una crónica del Celta, pero parece que cualquiera puede hacer noticias relacionadas con violencia y con igualdad. Y es todo lo contrario. Las personas responsables de los medios tienen que dar importancia a que los periodistas que se encarguen de este tipo de temas estén preparados o darles formación si no la tienen. Mucho más que dar cursos de inglés. Es muy fácil meter la pata cuando hablamos de violencia machista. Y es muy grave. Por eso importa que los profesionales que se dedican a esto tengan una sensibilidad y un compromiso especial, porque es una responsabilidad social. Y eso requiere, además, tiempo de reflexión para analizar los enfoques y los testimonios.

—¿Algún ejemplo que sirva para iniciar ese curso?

—No utilizar nunca testimonios de mujeres que están llorando o que están mal, sino intentar conseguir los de otras que han conseguido salir de ello y puedan hablar desde otro lugar. Si no, acabas haciéndoles daño porque estás removiendo algo que les duele mucho. Hay que valorar el esfuerzo que hacen cuando nos cuentan una y otra vez qué les pasó. Y respetarlo.

—¿Otro ejemplo?

—Usar testimonios adecuados. No recurrir al vecino que te dice que el asesino era majísimo.

—¿A qué contribuye el morbo?

—A ayudar, desde luego que no. Desde que Ana Orantes salió en televisión en 1997 se empezó a hablar de este tema de otro modo. Hasta entonces eran crímenes pasionales.