El brote del centro de discapacitados de Chapela afecta ya a 44 usuarios y 8 trabajadores

REDONDELA

Oscar Vázquez

El comité de empresa reclama la revisión de los protocolos de actuación

18 ago 2021 . Actualizado a las 19:08 h.

El sábado pasado fue cuando se detectó el brote de covid en el Centro de Atención a Persoas Discapacitadas de Chapela, en Redondela, aunque la Consellería de Política Social no lo hizo público hasta ayer lunes debido a que los informes se cierran a las seis de la tarde del día anterior. Ese día, según explica el delegado sindical Uxío Zabala, los trabajadores tuvieron que ampliar su horario de trabajo para reorganizar el funcionamiento del centro y adaptarlo a una situación de contagio masivo. Ayer lunes el número de contagiados ascendía, según los datos del comité de empresa, a 44 usuarios y 8 trabajadores. Y el alcance del brote todavía puede ser mayor debido a que hasta mañana miércoles no se concluirá la ronda de pruebas que se está realizando a la totalidad de usuarios y trabajadores. No obstanrte, la Consellería de Política Social todavía no recoge hoy el aumento experimentado debido a la hora de corte de los informes, establecida a las seis de la tarde,

Ante esta situación, el sindicato CIG cuestiona la validez de los protocolos empleados hasta el momento en la vida del centro. «Os protocolos aplicados son legais, pero estamos a ver que non son efectivos polo que haberá que cambialos», señala Uxío Zabala. «Os usuarios poden saír do centro e estar con familiares e cando volven non sabemos en que ambiente estiveron», explica el delegado sindical. 

La totalidad de los 120 usuarios del centro asistencial están vacunadas por lo que, según la Consellería de Política Social, la incidencia en su salud no ha sido grave. «Nos traballadores, este brote afecta a súa saúde no caso dos contaxiados, pero tamén nunha maior carga de traballo e de estrés polo que supón traballar nesas condicións», apunta Uxío Zabala.

La dirección del centro ha ordenado aislar a los usuarios contagiados en la primera planta, mientras que la segunda se ha dejado como espacio de observación y la tercera se ha destinado a los que están sanos. «Nós non criticamos as medidas porque supoñemos que son as legais, o que dicimos é que hai que modificar os protocolos e axustalos a esta realidade», concluye el delegado sindical.