El patrón mayor de Cesantes no optará a la reelección tras el cisma en la cofradía

Monica Torres
mónica torres REDONDELA / LA VOZ

REDONDELA

M.MORALEJO

Clemente Bastos defiende que la Xunta debía salvar el pósito de la quiebra y que por eso se contrató un plan de viabilidad

10 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La cofradía de Redondela enfrenta sus horas más bajas sin timonel. La junta general se disolvió el viernes tras la dimisión de diez de sus diecinueve miembros y, en medio de esta crisis, su patrón mayor Clemente Bastos, desde entonces en funciones, apela a la calma. «La situación es difícil, pero lo peor es dividir a los socios porque esta es una empresa familiar. Somos 257 y toca remar juntos. Quiero que la gente esté tranquila y no echar más leña al fuego», aseguró ayer a La Voz.

La consecuencia inmediata de esta ruptura es que la cofradía queda en manos de una comisión gestora para enfrentar la campaña de Navidad pero también ha precipitado una decisión que Clemente Bastos asegura que es tan meditada como firme. «Lo dije hace ya días a la junta y ahora lo ratifico. Entonces avancé que yo dejaría el cargo en cuanto el plan de viabilidad estuviera en marcha para asegurar la continuidad de la cofradía, pero ahora ya solo puedo decir que no me presentaré a la reelección. Si no me marché antes fue porque quería que la situación estuviera estabilizada», explica Clemente Bastos, que alega «motivos personales» a su inminente retirada tras doce años al frente de la cofradía de Redondela.

Insiste en la necesidad de sumar esfuerzos. «La cofradía es como una empresa y si hay que tomar decisiones difíciles es porque la prioridad es que funcione, es el pan de muchas familias. Con el plan de viabilidad habríamos estado al menos dos años tranquilos», advierte el patrón mayor en funciones. Confirma un importante déficit económico, el mismo que les llevó a contratar a un gestor que hizo el plan de viabilidad pero destaca que fue un acuerdo «adoptado por unanimidad de toda la xunta xeral así que nadie puede decir que lo desconocían». Pone en negro sobre blanco las cuentas. «El año pasado se ingresaron 1,5 millones y en este ejercicio llevamos solo 850.000», indica. La caída procede principalmente del sector del marisqueo. «De las 60 embarcaciones a flote solo quedan 17 y el año que viene 13 porque no se cubren las jubilaciones y la falta de recurso hace el resto, el berberecho suponía hasta un 40 % del total de la facturación y hace ya cinco años que no se puede coger», recuerda Bastos. Coincide en que tomar decisiones drásticas es difícil pero también una obligación de los responsables de una empresa. «No sé por qué esas diez personas decidieron el viernes revocar los acuerdos que antes habían tomado», afirma.