La SAR quiere dar un paso adelante

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

REDONDELA

XOAN CARLOS GIL

El club apuesta por un modelo más profesional para que todos sus jugadores sigan la misma filosofía

02 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

LA Hay quien dice que para entender el deporte desde el banquillo lo idóneo es haberlo vivido antes sobre la pista. Es un apartado que Verónica Posada tiene bien cubierto. Con once años comenzó a moverse con el balón de balonmano en la mano y desde entonces prácticamente no se ha separado de él. Primero fue jugadora, más tarde entrenadora y preparadora física y ahora ha añadido a sus responsabilidades la de ser coordinadora de la base de la Sociedad Atlética Redondelana, el club del que ha formado parte más de media vida.

«Comencé a jugar cuando tenía once años. Al marcharme a estudiar INEF a Oleiros continué compaginando las dos cosas, pero me marché de Erasmus y tuve que dejarlo. Cuando regresé, volví y me propusieron entrenar en benjamines. Dije que sí de inmediato», recuerda. Pero Verónica entendía que debía asumir su responsabilidad de la mejor manera y comenzó a especializarse. «Quise hacer el ciclo de entrenadora de grado medio y el superior y me saqué el título de nacional». Entendía que para sacar el máximo rendimiento a sus jugadores debía poner todo de su parte, y el club reconoció ese esfuerzo. Hace unos meses, cuando se plantearon crear la figura de coordinador de la base, ella fue la elegida. La tarea está resultando ardua, pero satisfactoria.

«Lo que buscamos es profesionalizar un poco más el club. Yo coordino la base y otro chico, Iván Vázquez, que también juega en el equipo de estatal, se encarga de coordinar la base masculina. Nos formamos para esto y queremos hacerlo lo mejor posible», desgrana Verónica. Su agenda está hasta los topes. Coordina, ejerce de preparadora física del equipo de División de Honor Plata y es entrenadora del de Autonómica. Muchas horas y dedicación encaminadas a conseguir que la SAR dé un pasito adelante.

«Lo que hacemos es diseñar los objetivos de formación por etapas, señalando cuál es el reto para cada edad, tenemos reuniones con entrenadores e intentamos que se implante un modelo en el club. La idea es trabajar todos a una para sacar adelante jugadores para el primer equipo, que sean de Redondela en la medida de lo posible y que nos dé para mantenernos o soñar con algo más si es posible». En la actualidad el peso de los jugadores de la cantera en los buques insignia del club ya es muy notable. En chicos ha llegado algún refuerzo de fuera, y en chicas diez de las catorce jugadoras crecieron defendiendo el escudo de la SAR.

En el club de Redondela tienen claro que para alcanzar un buen futuro hay que establecer unos pilares sólidos. «Queremos ir ladrillo a ladrillo, ir trabajando cada cosa en cada etapa e instaurar el mismo modelo en cada categoría», explica la coordinadora. A nivel práctico, eso supone por ejemplo que el trabajo con benjamines y alevines tenga un 50 % de juego. «Se trata de que no se aburran, que estén todo el rato haciendo algo y participando, es fundamental que todos los niños se sientan implicados. A partir de alevines ya se pretende que en los entrenamientos trabajen, mejoren y aprendan con juegos más específicos para avanzar, y desde infantiles, aunque siempre hay el componente lúdico, la idea es especializarse un poco más. Los niños y niñas a esa edad ya asumen que están para pasarlo bien, pero a la vez ya adquieren cierto compromiso». El paso por cadetes y juveniles es como una barrera. El factor competitivo ya entra mucho más en escena, la carga de entrenamiento es mayor y algunos ya se ve que hay jugadores que despuntan. A esas edades los papeles ya están definidos. «Generalmente en alevines empieza a ordenarse más el entrenamiento y vas viendo las características de los jugadores, todos juegan a todo, pero ya detectas cuál puede ser su puesto, en infantiles ya están esos roles delimitados», desgrana Posada.

Más de 200 integrantes

En la actualidad la SAR cuenta con más de una veintena de entrenadores y monitores que atienden a más de 200 niños que van creciendo en el apartado deportivo y también humano, y uno de los aspectos que Verónica celebra es el equilibrio logrado a la hora de apostar por los equipos masculinos y femeninos. «Desde que entró la actual directiva se apostó por el equipo femenino y ahora tienen igual repercusión, se trabaja en igualdad de condiciones», explica. Ella, que estuvo sobre la pista muchas temporadas, ahora vive desde el banquillo la otra parte de la ecuación. «El año pasado necesitaba quitarme el mono de jugar y estuve en el equipo de Autonómica, pero ahora preferí entrenar. Realmente no sé si lo disfruto más o menos, pero sé que es diferente. Me genera nervios, noches sin dormir y romperme mucho la cabeza, pero me aporta también muchas satisfacciones, si no fuese así, no lo haría», describe.

La SAR está iniciando una nueva etapa, más profesionalizada, y Verónica Posada quiere ser parte de ella.