La fundación del compositor no dispone de fondos para su reparación
02 dic 2012 . Actualizado a las 07:05 h.La carcoma está comiéndose, sin prisa pero sin pausa, el piano que usó en su juventud el compositor gallego Reveriano Soutullo, considerado uno de los autores más célebres de la historia musical de Galicia. El instrumento está en depósito cedido al Concello de Redondela, y se localiza en el conservatorio de música del municipio, en una pequeña sala vedada al público y, en apariencia, especial para su mantenimiento. La plaga que acribilla paulatinamente la madera del piano, que está datado a finales del siglo XIX (de modo que ha superado con creces el siglo de antigüedad), avanza como un ejército, sin que por el momento nadie ni nada hayan puesto remedio al problema.
El secular instrumento tiene una trayectoria vital digna de mención: «El piano es de la familia Soutullo -explica Rosa Arija, nieta del compositor y presidenta de la fundación que lleva su nombre- y estaba en la casa de mis bisabuelos, los padres del compositor, Carolina y Manuel Soutullo, en Redondela. Fue tocado por mi abuelo y otros miembros de la familia, fundamentalmente Fantina, hermana de Reveriano que era una magnífica pianista. Cuando se levantó la casa de los Soutullo de Redondela, porque mis tías abuelas se fueron a vivir a Madrid, Fantina lo dejó en Redondela. Lo heredó Esther Docampo de una de sus tías, y lo donó a la Fundación Soutullo en septiembre del 2003».
Desde ese año, precisamente, está depositado en Redondela bajo la custodia del Concello. El futuro previsto inicialmente para este instrumento era un lugar más noble que el actual, probablemente en el auditorio o en un museo. Pero el paso del tiempo ha ido frustrando esta idea originaria, y la pieza permanece en el idéntico lugar desde hace casi una década. La fundación Reveriano Soutullo apalabró con el anterior alcalde, Xaime Rei, la cesión temporal del histórico instrumento, en calidad de depósito temporal, de modo que la fundación podría retirarlo del conservatorio, su sede actual, en cualquier momento si así lo considerase para su mejor cuidado.
La fundación del maestro gallego, según reconoce su presidenta, no tiene dinero para acometer su restauración. El presupuesto para este trabajo de calidad es variable. Costaría en torno a 12.000 euros, pero la cuantía no se conocería hasta que finalmente se hiciese un diagnóstico de la situación y se ejecutase la reparación. Estas podrían llevarse a cabo por empresas gallegas en su mayor parte, si bien puede que alguna de las fases precise operaciones de firmas de fuera de Galicia, probablemente si es necesario retocar a fondo la maquinaria.
La plaga de carcoma en muebles, como la que afecta al piano de juventud de Soutullo, es fácil de reconocer, pero más por sus huellas (orificios y serrín) que por la visión del insecto en sí, ya que su aspecto es desconocido por el gran público. La carcoma coloniza y daña la madera en estado de larva (gusano), pero justo antes de salir al exterior sufre una metamorfosis a coleóptero (cucaracha) con capacidad de volar. Su vida al exterior es de pocos días: deposita sus huevos y muere. Los insectos cavan auténticas galerías en la madera, que les sirve de alimento a la par que de hogar.
En el caso concreto del piano de Soutullo, las larvas están atacando la madera en función de su dureza, internándose en auténticas galerías en las zonas más débiles. Según Rosa Arija, «frener la carcoma es laborioso, pero no es demasiado caro. Solo depende de cómo se proceda, aunque no serán dos euros».