Los comuneros de O Porriño, Ponteareas y Salceda urgen ayuda para frenar el impacto de pilotos que convierten las pistas forestales en circuitos de carreras
23 ene 2021 . Actualizado a las 23:00 h.El frenazo de la actividad humana durante la primera ola de la pandemia, paradójicamente, benefició al medio ambiente. Sin embargo, la segunda y la tercera olas están impactando fuerte en el entorno rural. Y lo hacen a bordo de vehículos de motor y prácticas de juzgado. Siete comunidades de montes de O Porriño, Ponteareas y Salceda hacen un llamamiento conjunto para intentar acabar con los «estragos en el patrimonio natural y forestal» y los «enormes daños» que, explican, están siendo cometidos por motos, quads y todoterrenos.
Denuncian la presencia masiva de este tipo de vehículos en los montes comunales. «Es un problema que ya preocupaba con anterioridad, pero desde la entrada en vigor del estado de alarma, y, especialmente, en los últimos meses, el aumento de vehículos en el monte es exponencial», advierten los comuneros.
Hacen pública una situación insostenible. Explican que los cierres perimetrales y la prohibición de desplazarse a Portugal provocaron que los pilotos vayan a los montes de A Louriña y O Condado para practicar su afición. «El problema es que muchos circulan como si se tratara de un circuito de competición, sin ningún tipo de cuidado ni respeto por el entorno. Las huellas que dejan en el monte visibilizan que lo practican no es deporte al aire libre sino puro vandalismo», manifiestan los responsables de los espacios forestales.
La situación se repite a diario pero la afluencia se dispara a partir del viernes. «Todos los días, pero de manera alarmante en los fines de semana, sin pedir permiso ni autorización, transitan a toda velocidad por pistas forestales, monte a través, instalaciones de las áreas recreativas, lugares de interés etnográfico y plantaciones forestales. No respetan nada, todo les parece tramo libre», denuncian. Tienen una nutrida galería de imágenes captadas por los vecinos que ilustran el impacto. «Demuestran la falta de sensibilidad de los pilotos con el espacio natural. No parece importarles que los graben, ni tan siquiera, como se refleja en alguno de los vídeos, que se les adviertan de las posibles sanciones a las que se enfrentan», indican.
Los comuneros recuerdan que la normativa al respecto es muy clara. «La ley de montes de Galicia dispone que las pistas quedan adscritas a la gestión forestal y que, en ningún, caso tendrán consideración de acceso rodado público. Está prohibida la circulación motorizada campo a través, por senderos o cortafuegos, excepto para vehículos vinculados a la gestión agroforestal, a la cinegética o a la prevención de incendios», repasan al dedillo. Recuerdan que, además, los montes comunales no son públicos. A lo largo de estos meses, se han topado con motos y quads sin matrícula, sin seguro y conductores sin carné. Pero la situación no para, pese a que ellos ya han tramitado varias denuncias y, que tanto agentes forestales, como guardias del Seprona han actuado e impuesto también varias multas.
Hacen por ello un frente común. «Demandamos de las autoridades, especialmente de la consellería de Medio Rural, pero también de las fuerzas y cuerpos de seguridad, una mayor implicación en la resolución del problema. Ofrecemos toda nuestra colaboración, pero no tenemos capacidad sancionadora», dicen. Con imágenes de pistas destrozadas, piedras partidas, y caminos arrasados, insisten en que «es imprescindible la sensibilización de la ciudadanía y la ayuda de los organismos oficiales».