La cerveza artesana gallega que se saborea y entra por los ojos

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez LA VOZ | REDACCIÓN

PONTEAREAS

Cedida

Galician Brew fabrica en el valle del Tea catorce variedades de la bebida con agua de manantial, un diseño muy cuidado y con identidad propia

23 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Miña terra galega o Fai un sol de carallo son los nombres con los que esta marca de cerveza presenta al mundo sus productos. Se llama Galician Brew, nació hace cinco años en el valle del Tea, entre Ponteareas y Mondariz, y elabora catorce variedades del caldo de lúpulo: «Cada persona debe encontrar su cerveza y nos encanta innovar», subraya Isabel Viéitez, sevillana de nacimiento pero de origen gallego y que es el alma máter de este proyecto empresarial que, como todos, ha sufrido en este 2020 pandémico. Inauguraron su fábrica dos semanas antes del estado de alarma por lo que no pudieron aprovechar toda su capacidad de producción.

Empezaron en el 2015 con dos fermentadores de 250 litros y han ido creciendo de manera sostenida. El pasado año la producción alcanzó los 60.000 litros, repartidos en varias líneas de producción: una ecológica con tres variedades certificadas, otra que denominan «craft», donde entran la mayoría de sus productos; y una tercera. «freak» en la que dan rienda suelta a su imaginación. Todas ellas tienen en común el agua con que se elaboran, procedente del manantial natural de la misma finca donde se encuentra la fábrica: «Elaboramos sin añadidos y usando parte del lúpulo de cosecha propia», explica Viéitez. Y habla de otro de los propósitos en los que trabaja esta empresa con sello gallego: alcanzar la producción de lúpulo necesario para ser autosuficientes: «Es un proyecto que queremos impulsar este año porque es la esencia de nuestra forma de ser, apostar por el desarrollo rural». Llevan tres años como productores autorizados pero en la actualidad solo pueden usar el lúpulo que cultivan para el aroma de la cerveza a través de una técnica llamada dry hopping, con la que se consigue una cerveza con un aroma más fuerte y diferenciado. Como el que tiene su producto estrella, la cerveza Miña terra galega, que es la preferida de sus clientes: «Refleja claramente lo que somos, nuestros valores, nuestro producto y nuestra esencia», dice la empresaria cervecera. También destaca un nueva línea en la que trabajan, más lupulada y que han bautizado con otra expresión muy gallega: Fai un sol de carallo; y pronto lanzarán una sin alcohol y sin gluten y otra afrutada.

Con todos estos nuevos productos, Galician Brew se adapta a los nuevos gustos de los usuarios y los cambios en el mercado. Su línea ecológica apunta a su clara intención por apostar por la calidad, aunque reconocen que no es su cerveza más rentable; un tema que también acusan a la paralización de ferias y otros canales de distribución en las que se suele dar mejor salida a este tipo de productos. Lo que no hacen, destaca, es elaborar para otras empresas ni marcas.

Interior de la fábrica de Galician Brew
Interior de la fábrica de Galician Brew

Las cervezas de Galician Brew no solo se saborean, sino que también entran por los ojos. Sus etiquetas llamativas están creadas por el diseñador David Lages y son parte esencial de la firma.

En cuanto a su distribución, estas bebidas se venden por toda Galicia, pero también han llegado a otros puntos de la geografía española, gracias a la tienda online. En la comunidad, empezaron con bares y tiendas de cercanía, pero ahora ya están en supermercados.

Ahora su dueña espera el fin de las restricciones para poder sacar el máximo partido a su fábrica: «Estamos en un lugar privilegiado y nos encantan los eventos y visitas». En sus planes está hacer cursos de formación, catas y excursiones. Y, con todo esto, quieren que Galician Brew sea un proyecto sostenible y de futuro.