El movimiento ecologista de O Condado cumple 30 años denunciando atropellos

María Jesús Fuente Decimavilla
maría j. fuente PONTEAREAS / LA VOZ

PONTEAREAS

CEDIDA

El grupo Adenco cree que persisten los mismos problemas, aunque aminorados

29 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Nació en 1990 con Roberto Mera como presidente, hoy concejal de Infraestructuras del BNG en el gobierno municipal de Ponteareas, y Xurxo López como secretario. Entonces, el grupo ecologista Adenco se convirtió en el azote del alcalde ponteareano, José Castro, con subidas y bajadas de tensión, según las circunstancias sociales y políticas. La palabra medio ambiente empezó a sonar en O Condado cuando la mayoría de los vertidos se hacían al aire libre y apenas había tratamiento.

Sopladas las treinta velas, en la actualidad el movimiento ecologista sigue velando por el medio ambiente en la comarca. Incluye los municipios de Ponteareas, Salvaterra, As Neves, Mondariz y Mondariz Balneario. Sin embargo, sus actuaciones no se han limitado a O Condado y han traspasado las fronteras hacia A Paradanta, como recuerda la acampada de protesta organizada en Arbo con motivo del anuncio de la construcción de un embalse en la parroquia de Sela. Adenco alertó del peligro para la pesca de lamprea y los viñedos, además del cambio climático que supondría. Finalmente, la presa no se construyó, pese a recibir los vecinos indemnizaciones por sus terrenos.

En otro municipio de esa misma comarca, O Covelo, advirtió de los posibles efectos secundarios de la concentración parcelaria. También aplaudió decisiones como cuando en Salvaterra se instalaron los contenedores de residuos, aunque puntualizando que no serían suficientes. La mayoría de edad la celebró con la defensa de la Red Natura.

Pese al tiempo transcurrido desde su creación Adenco sigue denunciando los atropellos que se registran casi a diario. «Han sido casi 31 años de promesas incumplidas en O Condado. Todos pretendían solucionar la depuración de aguas residuales, los incendios forestales y la gestión del monte. La mayoría de los problemas persisten, aunque aminorados. En la gestión de residuos se mejoró por la presión de Europa, pero no sucedió igual con la depuración de vertidos», comenta el actual presidente de Adenco, Anxo Fernández Saborido.

 Sin saneamiento

Explica casos como el de la depuradora de Ponteareas, hecha acorde al tamaño que tenía en su momento. Luego la villa medró, se convirtió en localidad dormitorio y las parroquias se fueron conectando sin adaptar las necesidades básicas a la población.

El resultado, vertidos constantes, incluso en espacios protegidos. No hay más que darse un paseo por la playa fluvial de A Freixa para ver los carteles con la recomendación de no bañarse. Este mismo verano aún seguían puestos. El problema se registra en más playas del Tea, aunque no todas tienen la advertencia, como ocurre en As Partidas.

«Adenco tiene una política clara, apartidista, luchamos por el medio ambiente y la finalidad es extinguirse, desaparecer cuando haya una relación de equilibrio lógica, pero mientras se queme el monte o haya vertidos, seguiremos luchando», indica Fernández Saborido.

La explicación que encuentra al abandono de los temas medioambientales es que no tienen el rédito de las obras, de ahí que lo que falte sea voluntad política. Lo más fácil es, a su juicio, hablar, pero la realidad es que luego se invierte en otras cuestiones: cemento, reformas... y actividades sin participación ni respaldo de los vecinos, a los que solo se suele escuchar en campaña electoral. Esta situación se registra en mayor o menor medida en todos los municipios.

Adenco reclama la creación de un consello municipal de medio ambiente, así como inversión y planificación. «Se debe reunir a los vecinos, abordar los problemas y estructurar a medio plazo», añade Saborido.

Sobre la planta de biomasa que se instalará en Ponteareas, el presidente de Adenco cree que la decisión se ha adoptado en secreto, sin contar con la población, pese a tenerla en la puerta de sus casas, lo cual, dice, evidencia la necesidad de contar con órganos de participación. En su opinión, no hay biomasa suficiente en Galicia para abastecer a la comunidad, lo que obligaría a la plantar especies de crecimiento rápido para el combustible, ya que no vale cualquier cosa.

Además de las periódicas limpiezas de los ríos de la comarca para eliminar los persistentes residuos, el grupo Adenco organiza actividades para sus socios y seguidores, como la celebración del día del árbol, jornadas micológicas, una de las que tienen más éxito, y diversas rutas de senderismo en las que se presta especial atención al estado de los ríos de la zona.