Una de las víctimas del ataque de un jabalí en Ponteareas: «Teño o corpo cheo de golpes e mordeduras»

Monica Torres
mónica torres PONTEAREAS / LA VOZ

PONTEAREAS

Óscar Vázquez

Emilia Bargiela, de 86 años, fue una de las cuatro personas atacadas

28 mar 2019 . Actualizado a las 22:29 h.

«Claro que sigo moi asustada, o xabaril deume cinco mordiscos e moitos golpes». Emilia Bargiela, una de las víctimas del ataque del jabalí que el martes al mediodía embistió a cuatro personas en Ponteareas, demuestra una fortaleza admirable a sus 86 años de edad. El médico le ha mandado reposo absoluto y su hija Olga la acompaña para ayudarla. «O xabaril puido ter matado a todos, non sei o que pasou, pero foi a por eles», explica Olga. Ella se había topado una hora antes con el mismo animal en un finca próxima. «Cando o mirei non me estrañei, porque pensei que chegara atraído polo cheiro da herba seca, e apartei, pero quen ía pensar que ía atacar a ninguén», se lamenta esta mujer de Ponteareas, hija y hermana de dos de las víctimas, ya que Celsa, la otra hija de Emilia, también fue recibida a mordiscos por el animal cuando quiso socorrer a su madre.

«Todo pasou tan rápido que non houbo tempo ningún de reacción», explican. Cada una de ellas estaba en un lugar distinto en el momento del ataque pero enseguida hicieron piña para auxiliarse. Emilia estaba con Francisco, que es su ahijado, charlando tranquilamente en la finca y pasaban unos minutos de las doce. «Francisco díxome que a verdura estaba a moverse e xa non nos deu tempo a máis. O animal botouse enriba, tiroume ao chan e comezou a morderme, teño o corpo cheo de golpes e mordeduras», explica Emilia Bargiela. Se muestra valiente, pero su relato es sobrecogedor. «Tiñamos que estar calados e quietos porque se non aínda nos facía máis dano», recuerda. Ella y su hija recibieron el alta el mismo días aunque han vuelto del hospital con puntos en varias partes del cuerpo, hematomas y golpes que las harán ir casi a diario al médico para las curas.

«A miña nai xa lle dixeron que por algunha das catro mordeduras que levou terá que estar así polo menos dous meses. Cosérona en varios sitios, dúas mordidas foron moi profundas e a do peito, se chega a ser un pouco máis abaixo, matábaa», advierte Olga.

Francisco aún seguía hospitalizado ayer al mediodía. «Non sabemos aínda se virá hoxe para a casa. El, por socorrer a miña nai, levou a peor parte. Ademais de varias mordeduras profundos ten tres costelas rotas», informa Olga Bargiela. «Miña nai e miña irmá puideron morrer onte», dice sin dudarlo ni un instante. Las dos están con medicación, tanto por el dolor como por la inflamación, y además han de hacer curas y les han mandado descansar. Ya presentaron la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil y posiblemente las otras dos víctimas lo hagan en las próximas horas.

Según explica Olga Bargiela, después de toparse ella con el jabalí el animal aún fue a otra casa antes de atacar a su madre. «Na outra leira atacou o can, e ao ir o dono a axudalo tamén lle trabou a el», recuerdan. Ninguna da crédito a lo que ha pasado y piden explicaciones pero sobre todo más seguridad. «Sempre houbo xabarís pero nunca xamais atacaran», afirman.