Escuela de ciclismo en tierra de campeones

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo VIGO / LA VOZ

PONTEAREAS

Oscar Vazquez

La entidad apuesta por que los más pequeños disfruten y aprendan, para elegir modalidad más tarde

20 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En unos meses el Club Ciclista Ponteareas soplará cuarenta velas. Fue Daniel Pino, hermano del mítico campeón, el que puso la primera piedra de una entidad que a lo largo de las décadas ha impulsado a subirse a la bicicleta a centenares y centenares de niños y jóvenes. Desde hace tres años es José Francisco Veiga el hombre que ejerce como director deportivo de una entidad que tiene claro que su principal objetivo es que los chavales disfruten, el aspecto competitivo queda en un tercer lugar, ya que en el segundo está el formar en valores a los más pequeños.

«Nuestra filosofía es de ocio y disfrute», cuenta Veiga, «no se trata de que tener Messis o Cristianos de la bicicleta, sino de que los niños y niñas aprendan, se lo pasen bien y crezcan con los valores del deporte». El club cuenta con cerca de 80 licencias de las que 60 se corresponden a pequeños de entre 4 y 17 años, y el resto a practicantes de cicloturismo y másters. Estas dos categorías entrenan por su cuenta, mientras que con los integrantes de la escuela siguen tres sesiones de trabajo semanales, además de las posibles salidas de competición.

En el Club Ciclista Ponteareas se practican distintas disciplinas, desde carretera hasta minibtt y ciclocrós, la modalidad que ahora mismo está en plena campaña. «En principio, todos los niños van a todo y luego, a medida que se van haciendo más mayores, ya van seleccionando la que más les gusta». Por lo general, desvela Veiga, a todos los chavales les enganchan las distintas opciones que se les presentan sobre la bici, «aunque en ciclocrós compitiendo hay poquitos porque el material es más caro. Disponer de una bici específica de ciclocrós es más costoso y la disciplina es más exigente».

Precisamente ahora es cuando la época de ciclocrós está en pleno apogeo y por ello en el Ponteareas aprovechan para dedicarle un poco más de tiempo. «De los tres días de entrenos que tenemos, dos de ellos son de carretera y uno de ciclocros. Y minibtt lo seguimos haciendo. Esta es una época de preparación física, por lo que hacemos una pequeña pretemporada».

En la bici desde niño

José Francisco Veiga ya pasó en su momento por el proceso de aprendizaje que ahora siguen los integrantes del Club Ciclista Ponteareas. En su memoria no hay recuerdos sin las dos ruedas. «Llevo el ciclismo en la sangre desde muy pequeñito. Gracias a mi padre y a Julián, parte de la historia del club, me metí en esto. Fui creciendo como ciclista, fue campeón gallego en cadetes y aficionados, gané bastantes carreras pero llega un momento en la vida en la que tienes que decidir y dejé con 21 años el ciclismo», cuenta.

Durante una década fue parte activa en el club ponteareano y ahora vive una segunda etapa en la que los aprendices de ciclista le dan grandes satisfacciones. «Se disfruta mucho porque las victorias son para los niños, me quedo con el feeling con los niños y el cariño que me dan, es importante que crezcan personalmente. Algunos ya estuvieron hace veinte años conmigo y crecieron como personas». Parte de aquellos aprendices hoy ejercen incluso como patrocinadores.

Ciclismo en tierra de ciclistas

Podría pensarse que en una tierra con ganadores de Vuelta a España todo el trabajo de captación está hecho, pero no es así. Asegura Veiga García que sacar adelante a diario el club exige un esfuerzo intenso, «y la competencia del fútbol es tremenda». Por ello «hacemos campañas de captación y también trabajo con las escuelas. Este año hemos pasado por diez colegios. Hacemos una pequeña exhibición con un vídeo y una yincana para que los niños puedan andar, llevamos las bicis y todo el material, y la gente nos va conociendo».

Además, desde el primer momento subrayan la necesidad de que los jóvenes ciclistas no corran ningún tipo de riesgo. «Siempre intentamos dejar claro que para nosotros la seguridad es lo primero y cuando salimos lo hacemos con cuatro monitores y llevando un furgón y un coche», destaca el director deportivo del Ponteareas, que lamenta que no haya más apoyo al club por parte del concello.