La familia del batería de Los Piratas fallecido por un balazo desmiente la versión oficial

Luis Carlos Llera Llorente
Luis Carlos Llera PONTEAREAS / LA VOZ

PONTEAREAS

El abogado de la familia con Paco Serén, otro miembro de Los Piratas
El abogado de la familia con Paco Serén, otro miembro de Los Piratas Luis Carlos Llera

«Lo que se podía solucionar con una pastilla se resolvió con una bala», dice el abogado

27 ago 2015 . Actualizado a las 16:09 h.

La familia del batería de Los Piratas Javier Fernández, abatido este miércoles por un guardia civil en Ponteareas, ha desmentido la versión oficial que habla de un caso de violencia de género. La viuda Andrea Montes se ha negado a presentar una denuncia por malos tratos y ha dejado claro que el músico no era un maltratador.

El abogado de la familia se personará en el caso para que se esclarezcan los hechos y reclamar las posibles responsabilidades civiles y penales. A Juicio del letrado Gerardo Gayoso la actuación fue «desproporcionada» y aseguran que advirtieron a los agentes de que Javier Fernández era una persona enferma y que no debía montar el arma de fuego. «Una cosa que se podía resolver con una pastilla se ha resuelto con una bala» han repetido el abogado y el también músico Paco Serén.

Andrea Montes ha publicado, además, un comunicado a través de las redes sociales. En él se identifica como la mujer de Javier, Hal9000, como era conocido en Los Piratas, y afirma que no va a permitir «que se manipule la información sobre lo ocurrido». «Hal era la persona más cariñosa del mundo. Nos amaba con todo el corazón, al bebé y a mí. Jamás fue un maltratador, éramos completamente felices», añade.

Según su esposa, Hal ha sido «una víctima». En primer lugar, de un trastorno bipolar del que estaba «perfectamente controlado» desde hace diez años hasta que su psiquiatra «tuvo la brillante idea de retirarle todo el tratamiento», a pesar de que la familia le pidió que no lo hiciese. Afirma que el nacimiento del bebé le había afectado y que ella acompañó a su marido al psiquiatra «a comentarle que estaba nervioso». Y en segundo, «de una mala práctica que desencadenó este terrible final». La mujer explica que su marido «no agredió a ningún agente». «Hubo tensión, pero no agresión», sostiene. «Hal, cariño, no permitiré que manchen tu nombre. Yo sé lo que nos querías. Te quiero y siempre te querré», concluye su nota.