San Amaro abre la devoción y la diversión

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

PAZOS DE BORBÉN

Las romerías populares se suceden a partir del domingo y durante todo el año hasta San Martiño

14 ene 2023 . Actualizado a las 23:04 h.

Tradicionalmente, las romerías en Galicia fueron una actividad de confluencia de lo divino y lo humano, una encrucijada de animismo cristianizado y diversión para el cuerpo, al tiempo que ofrecían las ventajas de una feria por la venta de una serie de objetos necesarios para la vida doméstica y ayudaban a restablecer relaciones sociales entre habitantes de distintas aldeas. A finales del siglo XVIII, alguien hablaba de «seminario de vicios» para referirse a ellas.

Hoy en día, las romerías ya apenas se distinguen de unas fiestas patronales, aunque se debería tener en cuenta su espacio de celebración y, en algunos casos, el poder sanador de la santidad a quien se dedican. En este aspecto, y echando mano de un símil humorístico, el calendario religioso anual casi se podría asimilar a los servicios de la sanidad pública porque hay numerosos santos especialistas en sanaciones varias.

Abre el año san Mauro, o el precristiano Amaro, que viajó al paraíso terrenal. Será mañana cuando se celebre su romería en Matamá y los convalecientes de males de huesos, reuma y algunos dolores de cabeza podrán probar a sanar sus dolencias, mientras que el resto saltará de furancho en furancho. En Porto (Salvaterra de Miño) suelen abrir la capilla del pazo de San Mauro para las misas matinales, y también hay celebraciones en Pazos de Borbén y A Guarda.

En este mismo mes, en el Aloia (Tui) se le reza a San Julián en la ermita que corona la cima. No son pocas las personas que ascienden, andando, desde Tui para pasar la jornada entre oraciones y degustaciones. Pero es San Blas, el 3 de febrero, quien recoge las mayores simpatías en Bembrive. Dice la tradición cristiana que el tal San Blas fue médico y obispo de Sebaste, en Armenia, y fue conocido por su don de curación milagrosa. Salvó la vida de un niño que se ahogaba, al trabársele en la garganta una espina de pescado. Este es el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta. Así en esta romería, los fieles pasan una pañoleta por el santo para proteger así esta delicada parte del cuerpo. Este santo también tiene gran devoción en Tomiño, en Tabagón (O Rosal) y en Mañufe (Gondomar), donde un día antes también celebran As Candelas, como ocurre en la parroquia viguesa de Castrelos.

La bendición de las capturas de lamprea tiene su propia celebración internacional en el Miño. Es la conocida como romería del Lanzo da cruz que se celebra en Semana Santa en Sobrada (Tomiño) y Cristelo Corvo (Valença). El nombre viene del encuentro de las cruces de ambas localidades que se produce a bordo de lanchas en el mismo río. La fiesta arranca en los dos pueblo, con los chimpines y tractores engalanados para la ocasión que bajan procesionado cada lunes de Pascua hasta el embarcadero. Los sacerdotes las cruzan en el río para bendecir a los romeros de la orilla contraria, con el fin de asegurar un buen año de capturas y proteger a los pescadores.

En A Franqueira (A Cañiza) coinciden dos importantes romerías en mayo y en septiembre, siempre en torno a la figura de la virgen. En la cumbre del Paradanta coinciden en esas dos fechas las representaciones de todas las parroquias de los alrededores, que deben realizar un rito de sometimiento con sus respectivos pendones, estandartes y cruces parroquiales.

La romería de Santa Ana en Beade, a finales de julio, es un foco de atracción para las embarazadas que buscan un parto sin complicaciones. En esos mismos días se desarrolla en Ribarteme, en As Neves, la romería de los cadaleitos, que en la última edición se presentó sin los ataúdes debido a la negativa del párroco.

En Coruxo, en San Lorenzo, cada 10 de agosto, los fieles realizan un rito con agua. Según la tradición, en un hueco de un peñasco donde siempre hay agua, San Lorenzo realizó abluciones, razón por la que en la actualidad, se sigue perpetuando la mojadura ritual en la fe de que se evitarán enfermedades relacionadas con los huesos y la piel. Pero el número uno entre los supersantos es San Roque, protector de pestes. El santo, que celebra su onomástica el 16 de agosto, aboga por los enfermos de cualquier tipo de epidemia. Así, la romería que se celebra en la parroquia de Sárdoma es la más importante de cuantas se desarrollan en Vigo, y solo la devoción por el Cristo de la Victoria le vence entre el fervor religioso vigués. San Roque también reparte mucha fe y protección en Cangas y Goián.

El antídoto contra el miedo se llama San Bartolomé y su romería se celebra en el Alba el 24 de agosto, aunque también en Meira (Moaña) hay gran devoción y fiesta. El ritual para ser un valiente consiste en pasar por debajo del catafalco que traslada al santo. También en agosto, en el monte de A Berra, en Pazos de Borbén, tiene lugar la romería del Santo Aparecido, cuyos orígenes no parecen remontarse mucho en el tiempo, pero que reúnen a mucha gente.

Septiembre es el mes en el que el monte Trega, en A Guarda, acoge su romería. La tradición ha ido conformando una jornada marcada por las comida campestres en familia. Ese mismo mes, en Darbo (Cangas) tiene lugar una romería caracterizada por unas antiguas danzas.

En Covelo, las dos romerías más populares se desarrollan en A Xestosa (Prado) y A Lamosa, con la Virgen del Libramento, una festividad también con romería en la parroquia mosense de Pereiras. Cerrando el otoño, San Martiño concentra devociones en O Rosal y Moaña. El componente lúdico está muy presente en ambos casos.