Un tuno en Central Station

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

PAZOS DE BORBÉN

SANDRA ALONSO

28 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Existe un deporte nacional que consiste en demostrar que habitan gallegos en los sitios más recónditos del planeta o que bajo un aspecto en apariencia ajeno puede camuflarse un tipo de Pazos de Borbén. Conforma casi un subgénero de la literatura oral, con excepcionales reproducciones en la escrita.

En la intimidad de la habitación compartida de una maternidad, el padre de uno de los dos neonatos ocupaba esas horas de felicidad suspendida con un recopilatorio exprés de su reciente experiencia como emigrante en América. Aborigen de Celanova, como muchos otros de este pueblo de Ourense se había buscado la vida durante unos años en el febril Nueva York de los noventa. Un día, conducía por el tráfico inclemente de Manhattan cuando unos metros por delante un coche molestaba el agotador avance de los demás con la puerta del copiloto abierta. Al ponerse a su altura, al padre relator del cuento le salió un íntimo y natural ¡pecha a porta!, invocado sin ninguna pretensión ni esperanza de ser descifrado. Pero pocos segundos antes de rebasarlo, al inoportuno conductor neoyorquino le salió de la boca un automático ¡vai ao carallo!, como si aquel pecha a porta fuera una contraseña identitaria de una eficacia total.

Una anécdota de complexión similar relata Alfredo Conde en su descarnado A conto do literario. Visitaba el escritor Nueva York con un colega de Betanzos, cuando detectaron un tuno frente a Central Station.

Carallán!, le espetaron al personaje desde el taxi en el que viajaban.

El tuno se acercó, corriendo, hasta el coche, según recuerda Conde.

Calade, coño! Son un Bouza Brei de Vilagarcía, pero agora mesmo estou en Cádiz estudando peritos navais. Non me vistes.