El ladrón de una casa en Oia lava la copa tras tomar una cerveza y estrena la ropa del dueño

Que un ladrón entre en casa siempre es una situación difícil. A los daños y pérdidas materiales se le suma una sensación de inseguridad que, con frecuencia, es aún más dura de enfrentar. Lo sabe bien una familia que ya sufrió cuatro robos en su segunda residencia de Oia. Por ello, pusieron cámaras de seguridad y, aunque no pudieron evitar que se consumara el allanamiento, las imágenes, ya en manos de la Guardia Civil, evidencian que se trató de un robo singular. «El señor ladrón fue muy curioso. No revolvió nada, se tomó unas latas, se fumó un cigarro, se bebió una cerveza y luego lavó la copa», indican.

Su sorpresa es aún mayor porque el ladrón, que solo llevaba unas bermudas, se fue hecho un pincel, estrenando la ropa recién comprada por el dueño. También abrió y se comió unas latas de atún y pimientos», confirman los afectados. En las cámaras se ve cómo abandona el lugar con la misma parsimonia que entró, en la madrugada del sábado 29 de mayo. Dos horas después, completamente vestido y llevándose la televisión de la familia entre otros efectos.

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