Vecinos de San Miguel de Oia tienen que hacer tres kilómetros para coger un autobús al centro

María Jesús Fuente Decimavilla
María J. Fuente VIGO / LA VOZ

OIA

cedida

Algunos usuarios tienen que utilizar la línea regular de A Guarda, lo que supone más gasto

03 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Vecinos de la parroquia de San Miguel de Oia han emprendido una campaña acompañada de pancartas y firmas para que se instale una parada de autobús. Alegan que desde la rotonda de Saiáns hasta la iglesia de Coruxo no hay servicio y que si quieren ir al Concello o al centro tienen que hacer casi tres kilómetros para poder coger el autobús.

«Algunas personas recurren a otras compañías de línea como Atesa, pero tampoco vale para todos los casos. Viene de Baiona y A Guarda y si quieres ir al centro de Vigo no sirve porque va por Gran Vía», explica Rogelio Figueroa, responsable de infraestructuras de la asociación de vecinos. Añade que además, en Atesa sale más caro, porque Vigo no está incluido en el transporte metropolitano y hay que coger el Vitrasa para desplazarse al centro.

Más de 300 firmas avalan la reivindicación, que beneficiaría no solo a San Miguel de Oia, sino también a Saiáns y Coruxo parroquias que apoyan la petición. Figueroa asegura que les vale cualquier línea siempre que preste el servicio que demandan. La número 11 tiene un circuito muy largo, pero otro bus que va a Saiáns es el 12, que posteriormente cambia por el 10.

La petición ha sido cursada en la capeta ciudadana del Concello y hasta el momento no ha obtenido respuesta. «Tenemos abiertos 28 expedientes en el Concello a través de la carpeta ciudadana. Algunos son de baches y parece que ahora se empiezan a arreglar. Otros, de la estación de Canido, que tampoco se soluciona», concluye.

Dos décadas con quejas de un poste

Si hay un ejemplo de desidia ese es el de un poste situado en medio del Camino del Rozo, en San Miguel de Oia, frente al colegio Ría de Vigo y no muy lejos de la céntrica calle Cesáreo Vázquez. Si hasta ahora no se ha registrado un accidente mortal es porque los vecinos ya se conocen de memoria la ubicación del obstáculo. No en vano llevan dos décadas solicitando que se elimine del centro de la calzada. En tanto tiempo la desesperación ha dado paso al humor y algunos ya la han bautizado como la rotonda más pequeña de Vigo. El poste en cuestión pertenece al suministro eléctrico y cuando en su día se ensanchó el camino, en lugar de trasladarlo a un margen de la calzada, se optó por la solución más cómoda, dejarlo en medio. Desde entonces los conductores tienen que sortearlo si no quieren darse de bruces con él y salir mal parados.