Un hombre que amó la música

a.martínez OIA / LA VOZ

OIA

CEDIDA

Fallece Luciano Durán Barreiro, presidente honorífico de la Unión Musical de Mougás

29 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Unión Musical de Mougás interpretó ayer una marcha fúnebre en el cementerio parroquial de Mougás, en Oia. Se cumplía así el último deseo de Luciano Durán Barreiro, que las notas de su querida banda, sonasen durante su despedida. Tito, como familiarmente se le conocía, fue un hombre que ha dejado una huella profunda en el municipio por su amor a la música. Tenía 12 años cuando cogió un instrumento por primera vez y, desde entonces, la interpretación le acompañó hasta poco tiempo antes de su reciente deceso, a los 82 años de edad. Durante muchos años fue presidente de la banda de Mougás, cargo que ocupó de manera honorífica durante los últimos años, debido a que por su avanzada edad, había dejado de tocar.

Nada es por casualidad y probablemente la gran afición musical que hoy en día existe en Mougás no sería posible sin la labor que él realizó. Fue un gran impulsor de este arte, de hacer que decenas de jóvenes se subiesen a los escenarios para alegrar numerosas veladas y acontecimientos. Esa ilusión tan grande que tenía le hacía ser una persona incansable. Fue socio de la empresa Galisur, en la que también trabajó como conductor. Durante muchas veces llevó a los obreros de la comarca a trabajar a Vigo. Fue cuando se hizo el puerto de Bouzás, que tanta mano de obra suministró de los municipios limítrofes con Vigo. Al final de cada jornada, los traía de vuelta. Cuántas veces no habrá llevado a los músicos en su autobús para atender puntuales a sus compromisos en una u otra verbena. Tras cientos de kilómetros a sus espaldas, no notaba cansancio si de lo que se trataba era de que la banda estuviese lista para el concierto, de pueblo en pueblo, aunque tuviera que robarle horas al sueño.

Tito comenzó tocando la trompeta y fue integrante de la Orquesta Iris, que se hizo muy popular en su época. Una fatal caída en bicicleta le destrozó los dientes y desde entonces nunca más pudo tocar este instrumento. Pero como el talento tenía que seguir brotando, se aficionó al bombardino, con la que mantuvo una estrecha ligazón con la Unión Musical de Mougás. Los vecinos de esta parroquia lo despidieron ayer con toda la dignidad que se merece un hombre que fue muy apreciado.