«Nací en O Rosal, viví aquí y es donde quiero morir, no en Oia»

Monica Torres
mónica torres O ROSAL / LA VOZ

OIA

Los afectados confían en que una permuta de terrenos les devuelva a la normalidad.
Los afectados confían en que una permuta de terrenos les devuelva a la normalidad. mónica torres< / span>

Los vecinos de Sanxián luchan para que no les cambien de municipio

17 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de O Rosal afectados por la sorprendente decisión del Catastro de inscribir sus casas en Oia han hecho un frente común. Cuentan con el respaldo de los alcaldes de los dos municipios para parar este «despropósito». El sentir general lo refleja el testimonio de María Soledad Mariño Rocha: «Nací en O Rosal, aquí vivo y aquí es donde quiero morir; por eso desde que recibí esa carta no puedo dormir».

Si nadie lo remedia, la Administración central pretende obligar a residir en Oia aunque sus casas lleven más de un siglo registradas oficialmente en la parroquia rosaleira de Sanxián. Piden que se les escuche y por eso ayer insistieron en defender sus derechos. «Yo pienso que tenemos que hacer mucho ruido para que la administración se dé cuenta de que esto es un error, porque tenemos un núcleo consolidado y ya tenemos hecha la vida así», indicó Guillermo Vicente.

El mensaje es claro y unánime. «Queremos ser de un solo concello, también administrativamente, y que sea Oia claro está», insisten en el grupo de 30 vecinos a los que se les quiere disgregar de un núcleo en el que tan solo hay 86 empadronados. «Las cosas funcionaban bien hasta que llegó la cartografía por satélite», recuerda Guillermo Martínez. Los límites entre los dos municipios nunca se cuestionaron hasta que el Instituto Nacional geográfico actualizó su cartografía y el servicio provincial de catastro hizo lo propio. A finales del año pasado, doce familias del núcleo de Sanxián, en la parroquia rosaleira de Santa Mariña, recibieron una notificación en la que se les indicaba que sus casas ya no estaban ubicadas en O Rosal sino en Oia. La nueva cartografía sitúa el límite municipal en el río Covo y parte por la mitad el núcleo en el que han convivido los afectados desde hace siglos.

El malestar de los vecinos es evidente. En cuanto recibieron las notificaciones, contestaron a la dirección provincial del Catastro con un escrito conjunto reclamando una moratoria. En el escrito se explica que los alcaldes de O Rosal y Oia trabajan en una permuta de terrenos como fórmula para que ellos puedan seguir residiendo en su municipio. Se trata de un total de 15.000 metros cuadrados que el gobierno local de O Rosal le tiene que cambiar a Oia por los que ocupan las fincas de sus vecinos afectados.

Otro médico, juzgado...

«Ya hemos tenido que pagar el IBI en Oia, pero eso no es tan grave porque sería una sola vez al año. Pero si esto no se arregla, las consecuencias serían enormes», advierte Guillermo Vicente. «No estamos dispuestos a tener que cambiar de médicos ni de juzgado...», indican a dos meses de unas elecciones que pueden acarrearle alguna otra sorpresa por el censo.

Los alcaldes, Jesús María Fernández Portela y Rosa María Otero Carballa, están coordinado la fórmula para poder materializar esa permuta con seguridad jurídica. «Lo único que pedimos es la reunificación de nuestro núcleo», reclaman los vecinos de Sanxián.

Hasta entonces, siguen empadronados en O Rosal, pero ahora sus casas están en Oia.