La cabaña de caballos de pura raza crece en Oia tras años de declive

Monica Torres
mónica torres OIA / LA VOZ

OIA

La «rapa das bestas» de A Valga inauguró la temporada de curros en Galicia el domingo.
La «rapa das bestas» de A Valga inauguró la temporada de curros en Galicia el domingo. xoán carlos gil< / span>

La asociación gallega confirma tras el curro el nacimiento de más potros

12 may 2015 . Actualizado a las 09:55 h.

La temporada de curros en Galicia ha abierto con buenos resultados y mejores expectativas. «En A Valga entraron más de 200 caballos, y notamos cómo en nuestros montes de A Guarda, O Rosal y Oia comienza a recuperarse la raza tras años de declive», confirma José Estévez, presidente de la asociación de ganaderos de A Valga.

Los altos costes de mantenimiento de los animales y el polémico decreto equino que obligó a identificar con microchip todos los ejemplares pusieron en jaque tanto a la única cabaña de caballos salvajes como a la exhibición etnográfica más antigua de Galicia. El enfrentamiento llegó a suspender los curros por primera vez en su milenaria historia hace dos años.

El debate sigue ahora solo por vía judicial ya que la asociación de ganaderos Monte da Groba presentó un recuerdo contra el decreto equino. Su presidente, Modesto Domínguez, apunta también la recuperación de caballo gallego, pero prefiere esperar a los curros de su entidad para confirmar con datos la tendencia positiva que también confirma la asociación Pura Raza Galega.

Antón Vázquez, veterinario de esta entidad gallega, explicó ayer que la colonia se mantiene «porque ahora empiezan a criar nuestros potros. Ayer entraron más que otros años y, en el de A Mosca, aún esperan marcar más». «Ahora la población se mantiene y, por fin, comienza a aumentar», señala el experto. Según los datos de la asociación, indica, el Galicia hay actualmente censados 1.670 caballos de pura raza gallega. «Unos 150 estarán en los montes de Oia, A Groba y A Valga», concreta.

Es una estadística más positiva aún si se tiene en cuenta el desplome del ganado equino en conjunto que ha se ha registrado en Galicia. «En diez años, ha pasado de haber 21.000 caballos en libertad, a 15.000. A principios del siglo XX había más de 100.000», resalta Antón Vázquez. El veterinario explica que, «más o menos, 15 de cada 100 de los que hay, entraría en el árbol genealógico de la raza». Muchos propietarios vendieron en su días porque no podían asumir ni costes ni indemnizaciones derivadas de los daños de los caballos en fincas. «Los dueños que tengan sus animales registrados reciben una ayuda de 175 euros al año, pero para conseguir censarlos tienen que ser ganaderos y con una superficie mínima de 1 hectárea de terreno de pasto por cada dos yeguas», señala Antón Vázquez. Por vía judicial, la asociación de ganaderos Monte da Groba ha perdido el primer asalto, pero advierten que no van a cejar en su empeño. El vicepresidente de la entidad y abogado, Javier Álvarez Blázquez, manifestó ayer que han presentado un recurso de aclaración a la reciente sentencia emitida por el Tribunal Superior de Xustiza por la que desestima su recurso contra el decreto equino. «Nuestro recurso se basa en que no se puede considerar a los caballos como ganado sino como animales salvajes y la sentencia no dice nada al respecto», especifica, avanzado que acudirán al Supremo.