El asesinato a tiros de un empresario gallego queda sin resolver 20 años después
O ROSAL
Archivan el caso del constructor Manuel Pérez Portela, que murió de un disparo en la cabeza en O Rosal cerca de un antiguo vertedero
07 sep 2023 . Actualizado a las 00:35 h.La sección segunda de la Audiencia de Pontevedra ha declarado el archivo definitivo por prescripción del asesinato del empresario y constructor Manuel Pérez Portela, vecino de O Rosal, de un tiro en la cabeza el 11 de enero del 2003 en A Guarda. Su asesino nunca fue descubierto y ahora, en un auto del 19 de junio, la Audiencia ha declarado extinguida la responsabilidad criminal por el transcurso del plazo de prescripción de 20 años. La familia del fallecido se oponía porque faltaban por computar 82 días correspondientes al parón judicial por el estado de alarma del covid entre marzo y junio del 2020, en el que los plazos de prescripción quedaron suspendidos.
El archivo de sobreseimiento había sido dictado el pasado 23 de enero por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Tui.
La Audiencia explica que desde el día del crimen y la apertura de la investigación, no ha existido ningún acto que interrumpiese la prescripción, ya que no se ha dirigido el procedimiento contra ninguna persona de la que hubiese indicios de que fuese la responsable del crimen. La sala replica que la interrupción de los 82 días del covid podría afectar a los plazos para presentar acciones pero no a la interrupción de los plazos de prescripción de los delitos, en este caso de homicidio. Al no haber un responsable o autor, no le perjudica el cómputo.
Pérez Portela, de 68 años, nacido en Lafecha y vecino de Panceteo, fue hallado a primeras horas de la tarde de sábado, 11 de enero del 2003, en las cercanías del antiguo vertedero de A Guarda, en el monte de Torroso. Su coche, un Mercedes 300 verde, estaba aparcado en las proximidades y cerrado. Sus hijos encontraron al empresario tras buscarlo durante horas porque no había acudido a comer. Les había avisado de que se dirigía a una finca para negociar su venta con una persona interesada. Al parecer, en la cita recibió un balazo en la cabeza con una pistola de pequeño calibre. El móvil estaba cerca del cadáver. Dejó cuatro hijos, a quienes empleó en su empresa de Excavaciones y Construcciones Pérez. Entre sus planes de futuro estaba montar una planta de hormigón asfáltico que iba a costar más de 600.000 euros.