La intervención convirtió a un aparcamiento en un centro neurálgico
02 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.O Rosal estrenó ayer la transformación de la plaza de O Calvario, a la que se dedicó una inversión de algo más de un millón y medio de euros. El ayuntamiento de O Baixo Miño acaba de recuperar un centro neurálgico de interacción social y convivencia y carente de barreras arquitectónicas. La intervención supuso la conversión de un aparcamiento y una rotonda en una plaza dedicada a la vecindad, con una sobreira de gran tamaño y un elemento elevado a modo de escenario para aprovechar en encuentros culturales.
La renovación de la plaza de O Calvario es el primero de los 47 proyectos llevados a cabo con financiación del plan ReacPon, de la Diputación de Pontevedra, para apoyar a ayuntamientos en este tipo de proyectos urbanísticos y sociales. La institución presidida por Carmela Silva aportó 518.000 euros para la renovación de este centro social y administrativo mientras el Concello concedió el millón de euros restantes. «Creamos un espazo seguro, amable, saudable e moito máis verde no que potenciar a actividade económica de proximidade, o comercio e o consumo local», celebró Ánxela Fernández, alcaldesa de O Rosal.
En la remodelación se emplearon materiales constructivos que preservan y potencian el carácter patrimonial y arquitectónico de la plaza y se mejoraron sus condiciones ambientales y paisajísticas. El proyecto incluyó la renovación de las redes de saneamiento, abastecimiento, telecomunicaciones y eléctricas. La iluminación es tipo eficiente y se renovó la señalización.