Comenzó su particular galería de arte hace siete años, cuando su hija le pidió que construyera una casa de juguete para su nieta Rosalía. «Luego hice un par de maquetas más de casas y ya me metí de lleno en las catedrales». Este gran constructor a pequeña escala ha reproducido ya la catedral de Santiago de Compostela, la de Notre Dame, la de Florencia y la de Milán. «La de Santiago fue la que más me costó porque la hice en varias plantas, pero todas las catedrales que he hecho, las reproduje también por dentro», destaca. No piensa acabar aquí su colección, pero duda en si su próxima empresa será la Sagrada Familia o el Taj Mahal.
Emigrante y escritor
Praxíteles González es un autodidacta que se forjó a sí mismo en la escuela de la vida. Hace nueve años publicó su primer libro. En Yo también fui contrabandista en el estuario del Miño sacó a la luz su niñez en la época del estraperlo. Ya hay otros cuatro de su autoría a la venta. Fue a la tejera con 12 años y estuvo 18 en Alemania, donde trabajó en una fábrica de ruedas y estudio electricidad.