En O Rosal nacen bichos de película

Monica Torres
Mónica torres O ROSAL / LA VOZ

O ROSAL

Bichosa surte de grillos, langostas, cucarachas y gusanos a particulares y tiendas, pero también a laboratorios, zoos y productoras

02 ene 2019 . Actualizado a las 13:50 h.

«25 grillos, 100 gusanos y 300 langostas». No es uno de los más apetecibles menús de Navidad que estos días se disfrutan en familia, pero sí lo es de muchas mascotas. La primera tienda online especializada en venta de alimento vivo para mascotas exóticas de Galicia surte desde O Rosal a clientes de toda España. «Bichosa nació para satisfacer la demanda de un producto escaso, caro y en muchas ocasiones de mala calidad, que frena la adquisición de mascotas exóticas por falta de alimento para ellas». Así presentan Tamara Posada y Ramón Álvarez la innovadora iniciativa, que ha contado con el respaldo económico de la Xunta.

Además de servir de alimento para reptiles, anfibios u ofidios, sus bichos han salido también en la gran pantalla. Aunque su participación no haya trascendido a los créditos, gusanos criados por estos jóvenes participaron activamente en la caracterización del personaje, ya cadáver, de la serie de Voz Audiovisual para La 1 de TVE y TVG El final del camino. Otros han ido directamente a zoológicos o han servido para programas de televisión con concursantes que han de pasar o encontrar pruebas en habitáculos con este tipo de animales. «La gran mayoría se van en venta directa para particulares y muchos a tiendas, pero también para zoológicos, laboratorios, casas del terror o concursos», indican.

Su aventura comenzó hace un lustro. «Vivíamos en Vigo y queríamos irnos al rural, pero no siempre es fácil ganarte la vida de una manera más o menos estable, así que empezamos a buscar una oportunidad de negocio», explica Tamara Posada. Corría el año 2013 cuando, tras descartar la cría de caracoles por falta de mercado, los jóvenes decidieron instalar en el trastero de su piso 25 grillos en dos cajas. «Y así empezamos a criar, con el sistema de prueba y error, porque no hay más de cuatro criaderos en toda España, tirando de Google y experimentando», apunta.

Como en todo principio, hubo sus más y sus menos. «Hasta entonces no teníamos conocimientos de biología así que, como veíamos que mucha gente nos empezaba a comprar y mostrar su interés, comenzamos a probar con otros insectos y le dedicamos muchas horas de estudio y formación», recuerdan. La parte burocrática tampoco fue fácil. Al año siguiente ya tuvieron que trasladarse a una nave. «La alquilamos en Salceda, creamos la web y desde allí ya empezamos a vender a toda España y Portugal. Fue muy bien desde el principio pero nos quedamos sin espacio para criar», revelan.

Acertaron con el proyecto ya que «no teníamos forma de atender a todos los clientes que nos llamaban». La familia crecía y la falta de espacio e idoneidad de las instalaciones para aumentar el negocio hicieron que dieran el mayor paso. En O Rosal asentaron su criadero con una nave muy específica ya que el hábitat de cada especie es muy concreto e inalterable. «No había naves de techos bajos, con temperaturas de 33 o 34 grados», explican los gerentes de Bichosa.

Cumplen un año en O Baixo Miño y el menú para las mascotas exóticas es también más amplio y variado. La carta incluye gorgojo de la alubia, mosca de la fruta, grillo rubio o bicolor, gusano rey, gusano fénix, gusano de seda o de la harina. En el apartado de delicatessen de cucarachas, las hay argentinas, runner o gigantes de Madagascar. En la misma tienda online disponen además de todo tipo de productos necesarios para este tipo de mascotas. Son en total doce especies o platos para menú y cada uno ha de procrear y criarse en unas condiciones concretas de temperatura y humedad, por lo que el criadero rosaleiro crece como una incubadora.

Tienen una clientela variada y diversificada a la que hacen envíos periódicos. «Los que más se venden son los grillos, porque es un elemento base y equilibrado, a 1,5 euros los 25 ejemplares o 100 por cinco», confirman los responsables de Bichosa. Le siguen en popularidad los gusanos de la harina, porque también se emplean para los faisanes o las gallinas salvajes.

Su plan prevé también el cultivo ecológico que cierre la cadena alimenticia. «Los alimentamos con sandías, melones, ensalada y cereales y verduras de varios tipos. Nuestra pretensión es llegar a cultivar todo esto aquí nosotros y de forma ecológica». avanzan los jóvenes expertos en esta fauna.