El mildiu larvario se ceba con los viticultores de O Rosal y O Condado

Pedro Rodríguez Villar
pedro rodríguez VIGO / LA VOZ

O ROSAL

M.MORALEJO

La alta humedad en las viñas provoca que el ataque del hongo sea muy agresivo

26 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los viticultores de O Condado y de O Baixo Miño registran pérdidas por una plaga de mildiu larvario que este verano está atacando a la vid con más virulencia de lo habitual. El agresor es un hongo que se presenta en las plantaciones cuando la humedad es alta y la temperatura oscila entre los 10 y los 30 grados. La meteorología de este año ha sido perfecta para su crecimiento.

Lo normal es que las invasiones se produzcan desde las hojas, lo que hace que sea fácil de detectar por las manchas blancas que presentan. Pero este año el hongo ha surgido del interior de la vid (de ahí el nombre de mildio larvario), provocando que no se perciba el problema hasta que los racimos de uvas estén podridos, arrugados y marchitos con un color marrón.

Las fuertes lluvias de este año y las nieblas que se instalaron en el sur de las Rías Baixas durante el verano crearon una atmósfera propicia para el desarrollo del mildiu. Y lo peor es que no hizo distinción. Pequeños y grandes productores están afectados por el hongo, haciendo imposible alcanzar las cifras de uva recolectada del año pasado.

El director técnico de Adegas Valmiñor, José Ramón López, calcula que las pérdidas serán aproximadamente de un 20 % respecto al 2017. Explica que, además, poco se pudo hacer para combatir el hongo porque «las condiciones meteorológicas fueron perfectas para el ataque».

Aunque la plaga de mildiu está siendo un reto mayor para los pequeños propietarios, con menos tiempo y recursos económicos para atender las viñas y combatir las plagas. Como el hongo aparece cuando el racimo ya está perdido, muchos no lo atacaron hasta que se declararon los primeros casos.

El presidente de la Asociación Galega de Viticultura, Roberto Rivas, denuncia que quienes elaboran vino muchas veces no tienen los conocimientos necesarios para combatir el mildiu y tampoco cuentan con ayuda de la Xunta. «Antes había técnicos nas oficinas de extensión agraria comarcais, pero dende que as quitaron temos que buscarnos a vida». Esto le obliga a menudo a trabajar con los técnicos de las empresas de sulfatos con «os riscos que iso conleva».

El black rot, la peste negra de la uva, también ha atacado este año a las plantaciones de O Condado y O Baixo Miño. Aunque es una enfermedad típica de la Ribeira Sacra, las condiciones del tiempo favorecieron su expansión hacia la costa, pillando desprevenidos a los viticultores.