Los loteros se las ingenian para vender el 155

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

O ROSAL

Alejandro Martínez

Cientos de vigueses quieren apostar en el gordo por el número que dio la puntilla a la secesión

28 nov 2017 . Actualizado a las 23:52 h.

El 155 es el número más deseado del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Cientos de vigueses se han lanzado a las administraciones en busca del décimo del gordo que se corresponde con el artículo de la Constitución que el Gobierno ha aplicado para detener el desafío independentista de Cataluña. La demanda es la misma que se ha experimentado en todos los puntos de venta del país y la consecuencia es que el 155 se ha agotado desde antes de que el Consejo de Ministros se cargara las ansias de independencia.

Según la página web de Loterías, el 00155 se ha vendido en 32 administraciones del país. Una de ellas es la que está ubicada en la calle Ramón Franco de O Rosal. Pero los diez décimos que llegaron a esta localidad volaron enseguida. Se fueron para Cataluña. Nada más anunciadas las medidas contra el desafío catalán, los responsables de la administración rosaleira empezaron a recibir llamadas. En cuestión de pocos días, los décimos fueron enviados por correo postal en dos tandas a ávidos tentadores de la suerte catalanes.

Pese a quedarse sin más boletos, las llamadas de más jugadores supersticiosos de todo el país no han dejado de cesar. El encargado, Iago Villa Martínez, afirma que reciben un promedio de 15 llamadas diarias preguntando por el número que finiquitó el procés. «Recibimos solo una serie, que serían diez décimos. La demanda fue tran grande que a los pocos días de hablarse del artículo 155 se nos acabó. Las llamadas diarias han sido constantes. Es la primera vez en los 27 años que estamos abiertos que tenemos esta avalancha de peticiones», reconoce. En Galicia el 155 también se ha vendido en A Coruña, que también se agotó en poco tiempo.

Iago Villa espera repartir suerte con este número a todos sus clientes. El azar también ha hecho que ellos puedan vender una serie. No están abonados a este número y es uno de los que Loterías del Estado les asignó de manera aleatoria al comienzo de la campaña de venta para el sorteo de Navidad.

Pero no solo preguntan en la administración de O Rosal por el famoso 155. Guillermo Moreno, encargado de la administración número 0 de Vigo, en la calle Oporto, reconoce que también han tenido muchas peticiones. «Se juega mucho por superstición. Este año, como estamos con este rollo, la gente piensa que seguro que en Navidades cae el 155», afirma.

En la administración de lotería de Alcampo de Coia también están cansados de decir que no tienen el 155. «Los clientes no han empezado a pedirlo ahora. Esto comenzó hace semanas cuando se oyeron las primeras noticias sobre la aplicación del artículo de la Constitución en Cataluña», asegura una de las empleadas. Sin posibilidad de conseguir el número, hay demanda de terminaciones, pero también están todas compradas. Pili Barreiro, de la administración de lotería de A Ramallosa, en Nigrán, muestra en la pantalla de su punto de venta cómo el 155 está agotado.

Uno de los vendedores que se ha acercado al número de la cuestión catalana es Andrés Martínez, responsable del establecimiento X de la Suerte de O Porriño, que ha tenido décimos del 15521, que no tardó en vender, a excepción de uno, que se quedó él mismo. El número es de lo más simbólico porque el 21 coincide con el día de octubre en el que el artículo 155 salió publicado en el Boletín Oficial del Estado y con la fecha de diciembre de las elecciones catalanas.

«No hay nada en toda España desde hace aproximadamente cuatro semanas. Aun así, la gente lo sigue pidiendo», afirma.

«Cuando pasa cualquier cosa, todo el mundo anda detrás del número que sea», señala Alejandro Pardo, que regenta la administración que se encuentra al lado de la frontera con Portugal y que también tiene muchos clientes lusos. Las posibilidades de que toque es de una entre cien mil y no hay ninguna razón científica para que el agraciado sea el 155. Pero nunca se sabe.