Además de cortarle la cabeza, el autor o autores le propinaron múltiples cortes y golpes por todo el cuerpo
11 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Vecinos de O Rosal encontraron el pasado domingo un perro decapitado en la parroquia de San Juan Tabagón, muy cerca del campo de fútbol de A Canosa. Al animal le habían seccionado la cabeza y presentaba múltiples heridas y cortes en el resto del cuerpo. «Parecía un cocker, pero en el estado en que se encontraba es difícil saberlo», asegura Manuel Sobrino, que fue el encargado de denunciar el caso ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona).
«No sé lo que le puede pasar a alguien en la cabeza para hacer algo así», asegura Sobrino. Cuando llegó al lugar donde estaba el animal, este se encontraba completamente a la vista. «El autor o los autores ni siquiera se preocuparon en ocultar los restos del cadáver», añade este vecino de A Guarda.
Sobrino, que es el responsable de El naturalista cojo, un conocido blog sobre naturaleza, recibió la llamada de un amigo suyo alertándole de la presencia de un perro decapitado. «Su voz al otro lado del teléfono sonaba apagada, triste, carente del brillo que la caracteriza. No era para menos. Me costaba creer lo que estaba leyendo y escuchando...». Así recuerda Sobrino el relato que su amigo le hizo por teléfono. A la mañana siguiente, no dudó en acercarse al lugar para localizar al can.
«Decidí acercarme muy despacio. Pronto empecé a percibir un fuerte y desagradable olor a putrefacción. Una nube de moscas verdes y azules revoloteaban alrededor de los despojos. La imagen era dantesca. Los cortes limpios, casi quirúrgicos, producidos inequívocamente por alguna herramienta cortante. No solo la cabeza había sido cercenada. También las extremidades», recuerda Sobrino.
El Seprona ya se encuentra investigando el caso. De momento, todavía no se ha identificado a ningún sospechoso. Tampoco se sabe si la cabeza del animal fue decapitada antes o después de su muerte.