El equipo ciclista júnior con base en O Porriño exige a sus corredores estar matriculados y su calendario deja libres mayo y junio para exámenes
06 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Picusa Academy, asentado en O Porriño, es un proyecto pionero en Galicia. Por tratarse de un equipo ciclista júnior que quiere ser una referencia y competir a nivel internacional, pero también porque todos sus ciclistas están obligados a estudiar. Incluso, en el calendario de la formación, se dejan libres los meses de mayo y junio para que sus ciclistas tengan tiempo para preparar la EBAU, ya que la mitad de ellos son júniores de segundo año (edad que coincide con segundo de bachillerato). Es más, si uno de sus corredores tiene que elegir entre un examen y correr, no hay debate: no se viste de corto. Y encima, han cerrado la primera temporada con unos excelentes resultados: 20 triunfos individuales y 50 por equipos con un calendario con copas UCI en Francia y con varias pruebas en Portugal.
«El Picusa nace con el objetivo de ayudar a los ciclistas gallegos de tener un equipo puntero júnior. Tal y como ha evolucionado el ciclismo, esta categoría ha pasado a ser en Europa muy importante para los equipos profesionales y nosotros lo que pretendemos es estar en el escaparate internacional de estos equipos, en la élite», comenta el presidente y mánager, Juan Campo.
Hasta aquí, todo más o menos normal. La diferencia está en las condiciones. «La primera es que nuestros corredores tienen que estudiar, si no, no tienen sitio en el equipo. Nosotros no queremos corredores liberados, que solo se dediquen a la bicicleta», explica el ejecutivo, que tiene clara la filosofía de la estructura que preside: «A estas edades, un ciclista no se puede dedicar solo a la bicicleta. El ciclismo es un deporte muy duro y muy exigente. Puedes tener mucha ilusión por ser profesional y mañana se te quitan. Un chaval que a estas edades que solo se dedica a andar en bicicleta me parece un error. Nosotros queremos ciclistas de las dos vertientes». La regla es para todos e incluso el sudafricano Carter Barnes se ha matriculado en el Instituto Cervantes para aprender español.
Por eso su calendario está pensado en función del escolar y mayo y junio, la fecha de los exámenes, no son hábiles para el Picusa: «Este año hemos parado desde mitad de mayo hasta el Campeonato de España. No han competido nada por el tema de los estudios. Es primordial que los chavales estudien. Cuando hay exámenes, los dejamos sin correr. Su prioridad son los estudios y en segundo lugar, el ciclismo». ¿Y si un corredor suspende? En este caso, depende de su nivel de implicación con los libros y de sus padres, que tienen la última palabra.
Excelentes resultados
La apuesta innegociable con la formación académica de los ciclistas no está reñida con los resultados. «El proyecto superó las expectativas. Era el primer año, un proyecto nuevo con las incertidumbres que tienen los ciclistas para venir al equipo, cómo va a funcionar... Al final, las cosas salieron bien», comenta Campos, que no tiene dudas sobre la nota de la temporada: «Cumplimos los objetivos que eran montar un equipo joven. La mayoría de los chavales eran de primer año y van a estar el año que viene».
El Picusa le presentó un programa exigente, «con dos Copas UCI en Francia y tres vueltas y algunas carreras más en el calendario portugués», y el resultado fue el triunfo en la Copa de España por equipos y el salto a profesionales la próxima temporada de Lois de Jesús y Henrique Bravo.
La estructura impulsada por el Cortizo contará con cuatro gallegos en su plantel del 2025
El Picusa Academy ya tiene cerrada la plantilla para la próxima temporada con una idea definida: potenciar a los ciclistas gallegos. De entrada, ya cuenta con cuatro en la plantilla para el 2025: Dani Bieito, que llegó desde el triatlón a mitad de la temporada pasada; Diego López, que repite y Rodrigo Abad, un corredor de O Porriño que estaba en el Ponteareas, igual que Xián.
«Hay que seguir mejorando, vamos a potenciar más el apartado de ciclistas gallegos, que es uno de los factores por los que ha salido el equipo. Tendremos cuatro corredores gallegos, dos de primer año y dos de segundo, y la idea es que el número de gallegos sea cada vez mayor en el equipo», explica Juan Campos.
La apuesta por los ciclistas de casa supone un reordenamiento del plantel y a los cuatro gallegos se les unen dos de la zona de Portugal y dos de Castilla-León y tres valencianos. Seguirá el sudafricano Carter, «que ya estuvo todo el año aquí y tiene algo de raíces aquí». El mánager explica que ellos no salen al mercado gallego «a fichar y hacer una selección gallega», pero sí tiene claro que el objetivo es «ayudar para que en Galicia no estemos aislados, sino que el que quiera tenga un equipo donde correr a nivel internacional». El equipo deja fichas libres para posibles cesiones durante el año.
Campos fue el primer director del Cortizo, el club que apoya esta estructura, con la intención de que el Picusa «sea una cantera para el Cortizo, que es un nuestro equipo de referencia, pero también para otros equipos».