Budiño esconde la residencia de los nobles que controlaban el valle de A Louriña en el siglo VIII

Monica Torres
mónica torres O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

cedida

Desentrañan uno de los misterios del yacimiento porriñés

29 sep 2023 . Actualizado a las 12:00 h.

El Faro de Budiño es una de las siluetas inconfundibles de O Porriño y su estratégica situación sirvió para que estuviera habitado desde tiempos remotos, pero también esconde aún muchos misterios. La excavación realizada ahora por un grupo de arqueólogos con fondos propios ha posibilitado desentrañar uno de ellos. La intervención pretendía descubrir quién vivía hace 1.300 años en el singular edificio de casi mil metros cuadrados de superficie que fue localizado en el interior de la fortaleza que corona el espectacular mirador de roca pura y enormes paredes verticales a 399 metros de altitud. La cantidad de materiales localizados, aunque aún pendientes de análisis, y la ampliación del área de excavación han posibilitado priorizar ya una hipótesis. El trabajo apunta, explica Mario Pereiro, a que el singular edificio era «a residencia dunha familia nobiliaria local que controlaba todo o Val da Louriña, como mínimo, no século VIII». El arqueólogo, que con José Carlos Sánchez-Pardo (ambos investigadores del grupo Síncresis de la Universidade de Santiago) dirigió la intervención, explica que aunque la investigación «será unha carreira de fondo, tódolos indicios apuntan xa a que foi un lugar moi importante».

No solo se refiere a ese singular edificio en forma de U sobre el que no hay referencias en otras construcciones similares de la época, sino en lo que han desenterrado en su última excavación.

Su equipo ha conseguido sacar a la luz un edificio del siglo V que estaba bajo la enigmática construcción que investigaban. En el 2018 sacaron un pequeño fragmento y restos de cerámica asociados pero ahora han sido capaces de identificar toda la superficie «e se seguimos escavando tamén poderíamos reconstruír a planta deste edificio do século V». Son las singulares características de esta edificación las que llaman la atención de los investigadores, «porque é un edificio bastante complexo e moi ben construído».

En esa época, apunta, también existe una fase de construcción de castillos asociados al fin del Imperio Romano, como el del Monte Aloia. «Con todo, tanto a edificación do século V escavada en Budiño como a do VIII teñen unha calidade construtiva e unha magnitude fóra do normal», explica Pereiro. «Nos dous momentos históricos existe unha potencia económica e social. O de Budiño non era un castelo máis se non o castelo. Era o centro de poder en todo o Val da Louriña como mínimo», concluye.

Los otros castillos de los siglos VIII y XIX del entorno, indica, tenían una superficie aproximada de media hectárea y eran más individuales. «No Faro de Budiño, ademais de sextuplicar a superficie doutras fortalezas porque a acrópole é dunhas tres ou catro hectáreas de superficie fortificada, dáse unha gran complexidade do urbanismo porque hai máis edificios que o que ten forma de Ou e, a maiores, o edificio do século V ten tamén unhas boas calidades construtivas e material cerámico asociado, tamén de moi boa factura», destaca Mario Pereiro. Va a ser también fundamental poder establecer la época de abandono de la residencia para intentar determinar el momento en el que la monarquía asturiana toma el control del territorio que actualmente es Galicia.

castelos no aire

Ahora quedan por delante muchas horas de laboratorio. Se ha recuperado gran cantidad de cerámica y su comparación posibilitará perfilar la datación de la ocupación. También tomaron muestras en diferentes puntos que se remitirán a un laboratorio a Miami «para ter datacións absolutas en carbono 14» y el profesor Jorge Sanjurjo, de la UDC, hará muestras de los morteros.