Deyse, la mujer que reparte suerte tras sobrevivir de milagro a un terrible accidente

Monica López Torres
mónica torres MOS / LA VOZ

O PORRIÑO

Oscar Vázquez

Perdió una pierna hace siete años en la A-55 y en noviembre comenzó a trabajar para la ONCE. Esta joven de O Porriño acaba de repartir 360.000 euros en nueve cupones

05 ene 2023 . Actualizado a las 00:56 h.

Deyse Barros Romero se ha estrenado como vendedora de cupones haciendo que nueve vecinos de Ponteareas se embolsaran 40.000 euros por cabeza. «Ha sido la mejor forma de acabar el año», asegura esta joven de O Porriño entusiasmada con su estreno en un trabajo que, afirma, le ha abierto «la puerta a una nueva vida». La vendedora de ilusiones que acaba de fichar la ONCE en la comarca de A Louriña es experta en eso de abrir ventanas donde se cierran puertas, forjar ilusiones, saltar obstáculos y conquistar sueños. Deyse es la superviviente de un gravísimo accidente que se registró en el 2016 en la autovía A-55 en Tui y, lejos de considerarse una víctima, a sus 26 años se ha convertido en un auténtico ejemplo de superación.

«Celebro cada 26 de febrero como si fuera mi cumpleaños. Ese día pude no haber sobrevivido al accidente o quedar en estado vegetativo, pero por perder una pierna no te puedes rendir», defiende esta mujer. Dos años después del siniestro, tras cuatro complejas operaciones en la otra pierna y mucha fuerza de voluntad, consiguió volver a andar con una prótesis.

Imagen del accidente que sufrió Deyse el 26 de febrero del 2016, Tuvo que ser excarcelada por los bomberos tras el estado en el que quedó el vehículo.
Imagen del accidente que sufrió Deyse el 26 de febrero del 2016, Tuvo que ser excarcelada por los bomberos tras el estado en el que quedó el vehículo.

La de Deyse Barros es una carrera de fondo que comenzó mucho antes. Con solo seis años y tras una tragedia familiar, tuvo que lidiar con una depresión. Con 18 le diagnosticaron fibromialgia. Entre esas vivencias vitales que ella convierte en fortalezas, suma también la de haber sido víctima de bullying y, aunque huye de protagonismos, sabe que su testimonio puede ayudar a otros jóvenes. «Hay gente que ahora me dice que me admira y que antes me hacía bullying. Pero yo soy la misma Deyse que antes», sostiene.

Sufrió acoso en el instituto porque tenía algo de sobrepeso y personas que hoy la felicitan por su extraordinaria valentía le quisieron hacer difícil su día a día entonces. «Me esperaban en la puerta y, cuando yo pasaba, uno decía: ‘¿Cómo va la patera?’. Otro contestaba: ‘Ballena (haciendo un calambur con «va llena») para meterse conmigo’», recuerda. «Ahora me río, pero entonces lo pasé muy mal», reconoce esta joven con un claro y directo mensaje a víctimas y acosadores: «La fortaleza está dentro de uno, no en su aspecto físico, que es algo pasajero». «A cuantos sufren bullying solo puedo animarlos a que vivan su vida, porque el tiempo pone a cada uno en su sitio», dice con su extraordinaria capacidad de resilencia.

Oscar Vázquez

 Deyse también decidió bajar de peso. En el 2018, tras poder volver a andar y aprender a hacerlo con una prótesis, su siguiente reto fue quitarse de encima los kilos que ganó mientras no podía moverse por las secuelas del accidente. «Perdí 40 kilos en dos años, con una dieta sana y mucho gimnasio», explica. Y también ha vuelto a conducir. «Tras el accidente te queda una sensación de aún más respeto a la carretera, pero no puedes tener miedo. Confío en mi coche y en mí», indica esta mujer, que transforma en aprendizaje cualquier adversidad.

Recuerda perfectamente aquel día en el que volvió a nacer. «Regresaba a casa del médico en Vigo y me dio un vértigo. Comencé a ver todo borroso y quise frenar, pero mi cuerpo ya no respondió», relata. Está especialmente agradecida al conductor que se subió a la mediana de la autovía para agarrarle la mano sin conocerla de nada y que se la sostuvo hasta que llegaron los bomberos. «Claro que hay días de bajón, pero nunca hay que rendirse. Ahora estoy feliz porque, además, tengo el trabajo de mi vida: reparto ilusiones», asegura. En Fin de Año, concretamente, repartió 360.000 euros a cinco clientes con el 93.125. Hoy se estrena en su nuevo puesto en Vigo, en el número 96 de la calle Urzaiz.