Bolsas para arrojar preservativos en el observatorio de aves de O Porriño

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

O PORRIÑO

Alejandro Martínez

El Concello intenta poner una solución a la gran cantidad de residuos que genera la actividad sexual que se registra a diario dentro de este espacio natural

20 sep 2020 . Actualizado a las 17:23 h.

El parque natural de As Gándaras de Budiño cuenta con un observatorio ornitológico para poder apreciar la gran diversidad de especies que habitan en este entorno. Pero los usuarios que acceden a estos habitáculos no lo hacen para ocultarse de las aves, sino en busca de intimidad para mantener relaciones sexuales al aire libre. Es una actividad que genera numerosos desperdicios. Cientos de preservativos y de trozos de papel higiénico acaban acumulándose debajo de las casetas de información, ofreciendo una imagen deplorable y creando un problema sanitario.

Por ese motivo, el Ayuntamiento, apelando al sentido cívico de los usuarios, ha instalado por todo el entorno bolsas de plástico, invitándoles a que depositen allí sus residuos y no los arrojen al medio natural. Lo cierto es que mucha gente todavía no hace uso de estas bolsas y continúa arrojando desperdicios al suelo, tal y como puede comprobarse a simple vista. Este entorno protegido sigue plagado de residuos. Hace años también había un contenedor, pero tampoco se usaba.

Cruising

El observatorio de As Gándaras de Budiño es un punto de referencia para hombres homosexuales que buscan relaciones casuales, anónimas y sin ataduras. El lugar es frecuentado para relaciones sexuales a cualquier hora del día o de la noche. Es el fenómenos que se conoce como cruising.

De acuerdo con una página web especializada en el tema, ocupa el primer puesto de la provincia como lugar preferido para este tipo de encuentros, seguido por el pinar de Samil o los baños de la estación de autobuses de Vigo. Los usuarios indican que registra actividad durante todo el día y que la privacidad que disfrutan en las casetas y espacios aledaños es alta.

Muchas parejas heterosexuales también buscan en las casetas privacidad para tener momentos de intimidad. El ajetreo sexual ha ahuyentado a los amantes de las aves. Ni siquiera se observa nada desde las casetas porque la maleza ha crecido y tapa la visión del humedal. Perdida su función principal, el espacio se ha ido deteriorando con el paso de los años.

El Concello nunca se han encargado del mantenimiento. Las cabañas están en un pésimo estado de conservación. Las estructuras de madera está podridas. Muchas familias con niños pequeños también dejaron de frecuentar este lugar para evitar llevarse sorpresas poco edificantes. Los vecinos se han quejado en numerosas ocasiones por la falta de limpieza del entorno y reclaman vigilancia para evitar estas prácticas.

Espacio protegido

Las Gándaras de Budiño es un espacio protegido catalogado como Lugar de Interés Comunitario de la Red Natura 2000. Ocupa más de 700 hectáreas a lo largo del río Miño. La vegetación acuática y la gran cantidad de aves migratorias que crían en la zona lo convierten en un lugar de gran interés científico. Además cuenta con uno de los yacimientos del paleolítico más interesantes del sur de Galicia.

Los ecologistas denuncian el deterioro de un hábitat único en todo el país, un lugar privilegiado para el galápago europeo que hoy en día está en peligro de extinción. Más de 400.000 euros se invirtieron en este lugar para crear un espacio de interpretación de la naturaleza, que nunca fue utilizado y acabó siendo derribado.