La regidora fue más allá: «Si hay otro clan mafioso que pueda estar involucrado y que haya querido hacerme una advertencia para que me calle, se equivoca. Mi obligación, al asumir el cargo de alcaldesa, es llamar a las cosas por su nombre y defender a todos los ciudadanos, con independencia de su raza, religión, origen o situación económica. Me debo a todos y, evidentemente, no me voy a dejar amedrentar».
La alcaldesa le pide a los vecinos que estén tranquilos, porque viven «en un pueblo maravilloso, trabajador, alegre y tranquilo, y vamos a seguir luchando para que esto sea siempre así».