La plaza que se reformó en un día

a.martínez O PORRIÑO / LA VOZ

O PORRIÑO

Oscar Vázquez

El Concello de O Porriño adeuda 78.000 euros por las obras en el mercado

20 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La factura de las reformas de la plaza de abastos de O Porriño es una de las que investiga el juzgado por supuestas irregularidades en la contratación pública de los miembros del gobierno municipal. Las obras se llevaron a cabo sin que conste en Intervención la formalización del contrato ni haya sido certificada la ejecución conforme a los pliegos y el proyecto. La empresa que llevó a cabo los trabajos presentó una factura de 77.846 euros que no han cobrado porque el concejal que firmó su recepción añadió un «no conforme» a la misma

Uno de los aspectos más llamativos de la documentación que obra en el expediente es que las reformas se realizaron oficialmente en un solo día.

El gobierno local necesitaba justificar una subvención concedida por la Xunta de Galicia por la mitad del importe antes del 30 de noviembre del año pasado. Y fue precisamente el día anterior cuando se redactó el acta de comprobación de replanteo por el que se autoriza el comienzo de las obras. No obstante, en este documento hay un espacio en blanco donde debería aparecer la firma de la alcaldesa, Eva García de la Torre. La regidora tampoco estampó su rúbrica en el contrato formalizado también el 29 de noviembre del 2017.

El departamento de Intervención emitió un informe desfavorable, pero desde la alcaldía se levantó el reparo reconociendo la deuda contraída con la empresa que llevó a cabo las obras de reforma. Según el informe del interventor, no consta la formalización del contrato en un documento administrativo. Tampoco se certifica si las obras fueron ejecutadas conforme al pliego de cláusulas administrativas ni al pliego de prescripciones técnicas ni al proyecto.

El interventor observaba discrepancias entre el plazo de tres meses estimado en el contrato para la ejecución de las obras y el acta de replanteo autorizando el comienzo un día antes de que venciera el plazo. El funcionario estimó conveniente requerir a los técnicos que informaran sobre la viabilidad de la ejecución material de todas las partidas de esta obra en el plazo de un día. «Non é posibe a execución dos traballos reflectidos no proxecto e subvencionados pola Dirección Xeral de Comercio no prazo dun día, estimándose como necesarios un mínimo de 5 días», fue la contestación de la arquitecta municipal.

Subvención perdida

El Ayuntamiento acabó perdiendo la subvención de 40.000 euros que había concedido la Xunta al no poder realizar la obra a tiempo y cumplimentando todos los trámites administrativos.

Para colmo, las obras no fueron del agrado de los comerciantes, que se quejan de la poca vida que tienen las instalaciones y lo achacan a la falta de aparcamiento y al nulo control de la zona azul del entorno.

«A nosa praza non interesa, o abandono é total, e se non hai aparcamento a xente marcha», comenta uno de los placeros más antiguos, que lleva décadas vendiendo sus productos.

Los comerciantes demandan suficientes plazas de aparcamiento porqe el grueso de los clientes proceden de las parroquias y necesitan un sitio cercano donde dejar sus vehículos cuando acuden para hacer la compra. «A xente quere comodidade e servicio e desta maneira non se da, e por tanto, a xente non ven ao Porriño», critica otro de los vendedores con un puesto en el mercado municipal.