Las palomas asedian la parada de los taxistas

a.martínez O PORRIÑO

O PORRIÑO

ALEJANDRO MARTINEZ MOLINA

La continua caída de excrementos ensucia la acera y los vehículos y perjudica a los clientes porriñese

06 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los taxistas de O Porriño soportan un goteo continuo, el de los excrementos de las palomas que han convertido en su hogar el edificio abandonado contiguo a la parada de la calle Estación. Su problema va más allá de lo anecdótico. Lo sufren todos los días, hora a hora, y ya se les ha terminado la paciencia. Desde la asociación que forman han solicitado en numerosas ocasiones una solución al Ayuntamiento y, tras años recibiendo solo buenas palabras, afirman sentirse «abandonados» por parte la administración municipal.

Centenares de palomas se posan durante el día en los huecos de las ventanas del inmueble. Sus deposiciones alcanzan la acera, sus vehículos, a sus clientes y a ellos mismos. La lluvia arrastra toda la porquería que se queda en los desagües y también cae sobre ellos. «Esto es una guarrada importante. Va pasando el tiempo y aquí nadie hace nada», lamenta José Benito, uno de los conductores. Los operarios municipales limpian a diario el borde de la acera, pero creen que no es suficiente. Los taxistas reclaman que se obligue al promotor a proteger adecuadamente el edificio a medio construir para que deje de ser un palomar. Además han denunciado a un vecino que suele acudir a echarles de comer a las palomas. «Tienen alojamiento y comida. Ya no sabemos que hacer», señala el presidente de los taxistas. Creen que el Concello debería de apurar las gestiones para desbloquear el proyecto de construcción del edificio. Este inmueble que da a una glorieta lleva años abandonado debido a que las obras se paralizaron por un exceso de altura. Ocasiona un perjuicio estético en el centro de la villa y también un problema de seguridad por el riesgo de desprendimientos. El Concello se ha visto obligado a tapiarlo para impedir la entrada de okupas y de drogodependientes.

La reactivación de las obras pasa por la firma de un convenio entre el Concello y los promotores. La administración local ya dispone desde hace meses de un borrador de convenio por el que obtendría un local.